El 30 de junio de 2019, en un evento en el Campo Militar Marte, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inauguró las actividades de la Guardia Nacional, una de sus principales promesas de campaña en 2018.
A tres años del banderazo de salida, este cuerpo de seguridad se ha desviado de las promesas que se hicieron antes de su creación.
Y a pesar de que la Guardia Nacional es uno de los proyectos más importantes de la actual administración federal, desde su despliegue en todo el país, los índices de violencia aumentaron, respecto a gobiernos anteriores.
Promesas de la Guardia Nacional que no se cumplieron
Tendría un mando Civil
Una de las principales promesas que el gobierno de AMLO hizo respecto a la creación de la Guardia Nacional fue que una vez organizada, tendría un mando civil, con el objetivo de diferenciarse, tanto en funciones como en manera de operar, del ejército.
Sin embargo, desde su puesta en operaciones, la Guardia Nacional ha sido dirigida por la Secretaria de la Defensa Nacional y en junio de 2021, en el marco del segundo aniversario, el presidente López Obrador anunció que se plantearía hacer oficial un mando militar definitivo.
Hasta la fecha, es el ejército mexicano quien comanda las operaciones de la Guardia Nacional y AMLO reiteró este 30 de junio de 2022 que la SEDENA debe hacerse cargo de ella:
“Tenemos que lograr que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional, ese es el propósito. Si dejamos a la Guardia Nacional dependiendo de una secretaría o una institución sin el profesionalismo, disciplina, la doctrina, vamos a cometer el mismo error y no podemos equivocarnos”.
Estaría integrada en su mayoría por civiles y exagentes de la policía federal
La Guardia Nacional se creó como el remplazo de la Policía Federal. En ese sentido, se aseguró que la mayoría de sus integrantes serían civiles entrenados y exagentes de esa corporación.
Pero esa promesa no se cumplió. En 2019, varios militares fueron transferidos del ejército a la Guardia Nacional con el objetivo de engrosar las filas mientras se llevaban a cabo las tareas de reclutamiento y capacitación de civiles.
En 2022, solamente una quinta parte de los casi 100 mil agentes que componen la Guardia Nacional son de procedencia civil o de la extinta Policía Federal.
Datos oficiales indican que para el corte de mayo de 2022, más de 64 mil soldados de la SEDENA y 16 mil de la Marina Nacional son los que componen la gran parte de la Guardia Nacional.
Acabaría con los abusos de poder y violaciones a los derechos humanos
Entre las justificaciones que dio el gobierno federal para crear la Guardia Nacional fue que la Policía Federal era una institución fallida y que constantemente caía en el autoritarismo y la violación de los derechos humanos.
“Y decirles que ya estaba muy descompuesta (la Policía Federal), muy echada a perder esta corporación. Por eso fue muy buena la medida de crear la Guardia Nacional. Y lo comenté, creo en el video o ayer, si no, lo digo ahora: ya venía mal lo de la Policía Federal, pero cuando se toma la decisión de que la Secretaría de Seguridad Pública pasa a formar parte de la Secretaría de Gobernación se echó a perder por completo”, señaló AMLO en junio de 2019.
En febrero de 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que la Guardia Nacional era una “nueva institución importantísima para garantizar la paz, pero sin excesos, sin autoritarismos, respetando los derechos humanos”.
Sin embargo, reportes realizados por organizaciones civiles, como Amnistía Internacional o Causa en Común, señalan que la Guardia Nacional ha cometido varios abusos a los derechos humanos.
También, se tienen identificados varios casos de detenciones arbitrarias, abuso sexual en contra de mujeres y niñas inmigrantes, uso excesivo de la fuerza y hasta asesinato de personas inocentes.
Habría reducción en los índices de delincuencia
La Guardia Nacional se proyectó como la principal estrategia de seguridad del gobierno de AMLO. Cada año, su presupuesto ha ido en aumento con la justificación de que se requiere de más personal, instalaciones y equipo para operar.
A pesar de eso, en lo que va del sexenio de López Obrador ya se superaron los homicidios que se registraron en toda la administración de Felipe Calderón y estimaciones apuntan a que el gobierno de AMLO también rebasará al de Peña en ese aspecto.
Las cifras indican que durante el gobierno de AMLO se han reportado más de 121 mil asesinatos, de los cuales, más de 3 mil se catalogaron como feminicidio.
El presidente señala que la violencia es resultado de los “gobiernos neoliberales” y asegura que los homicidios van a la baja.
Sin embargo, sustenta sus afirmaciones con datos engañosos. Las gráficas que muestra el gobierno federal no muestran una reducción en el número de homicidios, sino una tendencia a la baja, comparado con el mes anterior inmediato o el mismo del año anterior.
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