María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña, denuncia que le quitaron las medidas de protección para sus traslados a la CDMX.
La protección quedó reducida por lo que en Oaxaca su familia ya no será resguardada a pesar del ataque con ácido que sufrió hace unos años.
“Alejandro Encinas no me contesta el teléfono, solo me responde su asesor y lo hace para regañarme”, dice la saxofonista en entrevista con Datanoticias.
María Elena ha argumentado que necesita esas medidas no por gusto o por capricho sino porque uno de sus agresores todavía sigue libre.
Además en su familia quedan desprotegidos sus padres, hermanos y niños pequeños que son vulnerables.
Elena Ríos viaja a la CDMX como parte de sus tratamientos médicos o por el proceso legal y ahora tampoco será resguardada en la capital del país en estos casos.
Además de Alejandro Encinas, quien está a cargo del mecanismo de protección, Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, no le ha tenido ninguna respuesta desde febrero.
En ocasiones anteriores le pidió: “Si tú lo ves, dime” en caso de tener noticias de su agresor y ella asegura haberlo visto dos veces en Oaxaca y a pesar de haber avisado a la Fiscalía del estado, han hecho caso omiso.
En sus redes sociales, María Elena dio a conocer la reducción de sus medidas de protección por lo que varios colectivos y activistas se han sumado a la petición de la restitución de las mismas. El Gobierno de la CDMX tampoco ha emitido alguna opinión al respecto.
Saludos de Paz y Baile.
Hacemos un llamado al señor Alejandro Encinas, la compañera Elena Rios tiene riesgo en cualquier parte del país a donde se desplaza ya que su agresor por medio de otras personas la vigila a ella y su familia. @_ElenaRios pic.twitter.com/f3gW1bWv4A— Maldita Vecindad (@MalditaVecindad) April 11, 2022
La Maldita Vecindad se suma a la solicitud de protección para María Elena
El grupo La Maldita Vecindad pidió a través de sus redes sociales, mantener la protección para María Elena Ríos.
La saxofonista participó con ellos durante el concierto del Vive Latino en abril como una forma de hacer visible las distintas violencias que ha sufrido desde su ataque con ácido.
Para María Elena, participar en el evento fue usar su mejor arma: el saxofón para hacer un llamado a las autoridades y recordarles que su agresor sigue libre.
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