El día de ayer The Economist (compañía de medios internacional con sede en Londres) compartió dos publicaciones en donde se advierte que las reformas eléctricas que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, ha presentado al Congreso son “una amenaza grave” para el país.
Aunque en palabras del mismo presidente estas reformas “van a rescatar a México”, The Economist lo contradice y asegura que serán causantes de “graves daños” no solo a la economía si no también al estado de derecho.
En 2014 Enrique Peña Nieto, predecesor de López Obrador, ayudó a impulsar Reformas Energéticas, sin embargo, el “gobierno presumido de AMLO” (como lo denominó el medio londinense) se aferra a llevar al país a 1970, como lo expreso en su publicación “Back to the Disco Era” (“De vuelta a la era Disco”) en donde explica que el desarrollo del ahora presidente en esa década lo hizo quedarse en esa época.
De acuerdo con el medio especializado en asuntos internacionales y de negocios, la línea que el presidente mexicano está trazando provocará que la electricidad para el mexicano común sea más sucia y más cara, teniendo como consecuencia que los inversores extranjeros desconfíen y dejen sin apoyo a las instituciones destinadas a mantener a raya al gobierno de AMLO.
Los expertos de The Economist pintan a AMLO, como un populista de izquierda, el cual ve al estado como el pilar de la economía y a la energía como la principal industria de México; por lo tanto, sus intenciones son revertir las reformas de los últimos años y restaurar a las empresas estatales de petróleo y energía, volviendo a ser el México de 1970.
Según el Banco Mundial, en 2014 la electricidad en México costó más que en países como China y Brasil (de los países más grandes del mundo, ocupando el tercer y quinto lugar respectivamente), y con las reformas energéticas que se aplicaron en el sexenio de Enrique Peña Nieto, tan solo dos años después, en 2016, la energía en México era la menos costosa.
Al tener energía barata se logró impulsar el crecimiento de la industria mexicana, en especial de las plantas manufactureras de propiedad extranjera. Esto logró posicionar a la economía ya que más inversionistas querían llegar al país.
The Economist señala que en la actualidad existen disputas comerciales entre las potencias económicas China y Estados Unidos, ambos tienen la intención de trasladar las fábricas a lugares más cercanos a los consumidores finales, más cerca de los consumidores, y el medio inglés señala esto como una oportunidad potencialmente pérdida si López Obrador pone en peligro el suministro de energía.
El medio con alcance mundial señala que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no tiene la capacidad de gestionar el suministro necesario al país y la energía que provee es sucia ya que sus centrales eléctricas son viejas e ineficientes.
Asimismo, se señala que gracias a las reformas impulsadas por el antecesor de AMLO, México había logrado emitir 7.6% menos CO2 que hace cinco años (esto en 2020), lo que demuestra que las reformas del sexenio anterior estaban funcionando.
Las reformas constitucionales que la Cámara del Congreso revisará el próximo 17 de enero, restaurarán el monopolio de CFE sobre la venta de energía al consumidor final, por lo tanto, aquellas empresas que generan energía para su propio consumo o que la compran a empresas privadas, tendrán que dejar de hacerlo, dando así la prioridad de producción a la CFE sin importar qué tan costosa sea la electricidad.
Este nuevo monopolio provocará que CFE tomé casi todas decisiones eléctricas del país como dictar los precios finales al consumidor, no habría licitaciones y la energía suplementaria estaría sujeta a decisión de la misma comisión.
Oscar Ocampo de IMCO, grupo de expertos en temas de energía predice que el resultado de esta acción podría ser “catastrófico”, ya que los planes de AMLO amenazan al menos $44 mil millones en generación privada, de este monto al menos $26 mil millones son inversiones en energías renovables.
La consecuencia de esto es que podrían producirse apagones en todo el país puesto que la CFE no tiene la capacidad de producción para satisfacer a todo México, lo que hará que tu recibo de luz sea cada vez más alto.
En la publicación del medio internacional, se dice que, López Obrador asegura que los mexicanos promedio no tendrían que pagar más por su acceso a la electricidad, pero esto significa que el estado tendría que absorber todos estos costos adicionales, lo cual es poco probable que suceda.
De acuerdo con sus analistas especializados, se estima que CFE necesitará gastar más de 62 mil millones de pesos anuales para satisfacer la demanda de energía; a esto se debe sumar la necesidad de conseguir nuevos inversionistas para mantener los precios accesibles para el consumidor final.
Con la reforma que ayudó impulsar Peña Nieto, distintas empresas decidieron invertir en energía renovables, principalmente en Cancún; México era un país lleno de recursos naturales que se sumaba al cambio global para la producción de energía limpia.
Con el actual plan de AMLO, según The Economist, se revierten todos estos éxitos y aunque él asegura un beneficio para el país, sus expertos no entienden cuáles estos, ya que además de que todo será más sucio y caro, se alejará de las expectativas mundiales en donde se busca un mundo libre de contaminantes energéticos.
Según los expertos del medio, los inversores extranjeros se irán al ver el aumento del costo de la electricidad y el aumento de energías tan contaminantes, todo para complacer el capricho del uno de los mandatarios más populares de Latinoamérica.
Los expertos británicos aseguran que AMLO no puede fingir que esto no sucederá, puesto que PEMEX es la compañía estatal más endeudada del mundo, con prestamos superiores a los 115 mil millones de pesos; el gobierno del actual mandatario lo apoya con donaciones equivalentes al 2% del Producto Interno Bruto (PIB). El monto que el López Obrador destinó para salvar a PEMEX en 2022 es más del doble que lo que planea invertir en educación nacional.
Parte de las reformas energéticas de este gobierno es que se excluya a las empresas privadas de la exploración petrolera, si se aprueba, PEMEX ya no se beneficiará del capital y experiencia de nuevos proyectos (es probable que ya no existan nuevos proyectos).
The Economist dice que México se está quedando atrás en la producción de electricidad a partir de fuentes limpias; si se aceptan las reformas energéticas de AMLO se podría retroceder casi 50 años en el tiempo, lo que provocaría que los costos aumenten, los suministros se vuelvan inciertos y que los fabricantes extranjeros en México dejen de ver al país como un lugar competitivo para fabricación de productos.
The Economist adelanta que General Motor (empresa automotriz estadounidense) ha declarado que cesará sus inversiones en la nación si las leyes energéticas no fomentan la energía limpia.
Las consecuencias que podría traer la aprobación de estas reformas propuestas por el gobierno de AMLO, según el medio londines, no solo volverán todo más caro y de mala calidad, si no que también se estarían violando acuerdos comerciales internacionales con Estados Unidos y Canadá.
Para finalizar The Economist en su publicación “Andrés Manuel López Obrador´s energy policiy will hurt Mexico” (La política energética de Andrés Manuel López Obrador lastimarán a México), señala que los legisladores deberían rechazar estas propuestas descabelladas del presidente ya que su cabeza está en 1970, México evolucionó, pero el presidente no.
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