Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) o trastornos alimenticios son problemas relacionados con la forma en que comen las personas. Pueden representar una alteración significativa en la conducta alimenticia y la preocupación excesiva por la imagen y/o peso corporal.
Son potencialmente perjudiciales para la salud de la persona, sus emociones y sus relaciones personales, ya que tienen si bien se expresan por medio de la ingesta de alimentos, tienen bases psicológicas y representan una enfermedad.
Según la OMS, los trastornos alimenticios son cada vez más frecuentes en mujeres, principalmente entre las edades de 12 a 24 años.
Existen distintos tipos de TCA’s, los más comunes son: bulimia y anorexia nerviosa, atracones de comida, vigorexia y dismorfia muscular.
Cómo ayudar a una persona con trastornos alimenticios
Padecer un trastorno alimenticio no es fácil, las personas sufren diariamente en muchas situaciones y contextos. Ponerse ropa; comer; verse al espejo o ver su cuerpo; bañarse; estar frente a un grupo de personas, etc., representa u reto enorme e incluso puede llegar a empeorar la enfermedad si no se trata.
Las personas que sufren trastornos alimenticios generalmente buscan mantenerlo en secreto para seguir haciéndolo, lo que puede resultar difícil para quienes buscan ayudarles. Sin embargo, existen varias señales de alarma que podrían indicar que alguien padece un TCA:
Señales en las emociones y el comportamiento:
- Revisión constante del reflejo y la percepción que otros tienen de él/ella.
- Preocupación por su peso, la comida, las calorías, carbohidratos, grasas, etc.
- Negación para comer ciertos alimentos; o saltarse comidas.
- Incomodidad al comer junto con otras personas.
- Actitudes estrictas con los alimentos (separarlos por categorías específicas, masticarlas demasiado, tomar muchos líquidos)
- Cambios emocionales radicales o inesperados.
Señales físicas:
- Cambios notorios en el peso (aumento o baja excesiva).
- Problemas gastrointestinales constantes.
- Mareos y/o desmayos.
- Anemia.
- Falta de fuerzas en las extremidades o articulaciones.
- Autolesiones.
- Sensación de frío constante.
- Coloración amarillenta en la piel, deshidratación evidente.
- Vómitos constantes.
- Pérdida de cabello.
- Conocer las señales y síntomas de alerta para reconocer la enfermedad: Infórmate al respecto e intenta estar presente para detectarlas.
- Compártele tus preocupaciones: De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, algunas de las personas que padecen un TCA remontan sus razones al contexto familiar, por lo que escucharles, podría ayudar a entablar una conversación y posible mejora.
- No trates los temas desde el enojo: Es importante siempre respetar y enttratar las situaciones desde la responsabilidad que conlleva y no atacando a quien lo padece.
- Acude con un especialista: Invariablemente se necesita ayuda nutricional, pero sobre todo psicológica.
- Habla de los trastornos con claridad y sin tabús: Permitir entablar una conversación desde el respeto, la escucha y el entendimiento podría abrir el espacio de diálogo entre quien busca ayudar y quien padece el trastorno alimenticio.
- No fuerces o presiones a la persona para cambiar sus hábitos alimenticios: Ten paciencia. Quienes padecen TCA requieren de procesos especializados y personalizados para manejar su situación, por lo que forzar u obligar podría empeorar la situación.
- No juzgues o compares su cuerpo con el de otros.
¿Cuáles son las causas de los trastornos de la conducta alimentaria?
Este tipo de trastornos no tienen una sola causa. Los genes, el ambiente y el estrés desempeñan un papel importante. Existen algunos factores que pueden aumentar las probabilidades de que una persona padezca algún trastorno alimenticio, estos podrían ser:
- Tener una imagen corporal distorsionada o negativa.
- Centrarse demasiado en el aspecto físico o en el peso.
- Ponerse a dieta desde temprana edad.
- Practicar deportes que se centran en el peso.
- Tener un familiar con un trastorno de la conducta alimentaria.
- Problemas de salud mental, como ansiedad, depresión o TOC.
Fuente: Kids Health
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