El pasado 20 de enero, elementos de Protección Civil del estado de Jalisco rescataron a un hombre del interior de una alcantarilla, en la colonia Pueblo Quieto, en el municipio de Guadalajara. En el mismo agujero hallaron los huesos de otra persona.
Un estudiante que pasaba por la zona se percató de un hueso que salía de la coladera y de los gritos de ayuda de un hombre al interior. El chico llamó al 911 para reportar los hechos. Cuando las autoridades llegaron al lugar, se descubrió un nuevo tipo de tortura empleado por criminales.
El hombre al interior de la alcantarilla fue rescatado con vida. Las primeras versiones señalaban que se trató de un sujeto en situación de calle que por alguna razón quedó atrapado. Sin embargo, su testimonio dio más claridad a la historia, pero deja más dudas.
Fue secuestrado y llevado a una coladera con un muerto dentro
Según declaró el hombre de 58 años de edad, fue secuestrado el sábado 15 de enero en la colonia Lomas de Polanco por criminales armados que lo llevaron hasta Pueblo Quieto y lo encerraron en la alcantarilla ubicada entre la avenida Mariano Otero e Inglaterra.
Para evitar que escapara, colocaron un candado ajeno a la instalación del pozo. El agujero es de aproximadamente dos metros de profundidad y 1.60 metros de diámetro.
La víctima pasó al menos cinco días, sin comida ni agua. A pesar de gritar para pedir ayuda, vecinos de la zona declararon que nunca se imaginaron que hubiera una persona en la coladera, sino que pensaron que se trataba del chirrido de ratas.
El sujeto dijo que al poco tiempo de haber sido encerrado por los secuestradores, notó que no era el primer hombre ahí, debido a que encontró restos humanos en el piso.
Sin más alternativa, recogió algunos huesos y los sacó por los agujeros de la alcantarilla para pedir auxilio. Afortunadamente, las señales fueron vistas por un transeúnte.
Desde el C5 de Guadalajara, se atendió la llamada de emergencia al 911 y las cámaras de la zona, que miraban a otro punto lograron captar los huesos saliendo de la coladera.
Al momento del rescate, el hombre presentaba cuadros de deshidratación e inanición. Los peritos inspeccionaron los huesos y determinaron que tenían al menos un año de estar ahí.
Las cámaras del C5 fueron consultadas para obtener más información sobre quiénes encerraron a la víctima, pero aunque estas se encontraban en operación, apuntaban a otro lado justo en el momento de los hechos.
Hay ocho alcantarillas más que no se han abierto en Pueblo Quieto
De acuerdo con el reportero local Héctor Escamilla, de Notisistema Jalisco, que ha dado cobertura al caso del hombre en la alcantarilla, en la zona de Pueblo Quieto hay al menos ocho alcantarillas más que están cerradas con candados y que las autoridades todavía no han abierto para hacer una inspección.
Escamilla explica que Pueblo Quieto es un asentamiento irregular que fue invadido por paracaidistas, específicamente por personas de bajos recursos y migrantes. Señala que en la zona abunda la inseguridad y que incluso la policía evita pasar por ahí.
También, dijo que los reportes de la Fiscalía concluyen que el hombre fue encerrado para dejarlo morir de hambre. Además de que las autoridades investigan si gente de Pueblo Quieto puede estar ligada a los criminales y hacer la función de “halcones”. Es decir, de vigilantes que alertan a los delincuentes sobre todo lo que ocurre en la zona.
No se ha dicho todavía que relación tiene la víctima con los criminales que lo dejaron en la alcantarilla. Tampoco si hay antecedentes de este nuevo tipo de tortura y homicidio. La mayor parte de los datos de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía local se mantienen como reservados.
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