Desde mediados de la década de los 80, Ecatepec y Nezahualcóyotl son cuna del punk en el Edomex. Este género musical, que tiene sus raíces en los suburbios más turbulentos de Londres, Reino Unido, encontró en tierras mexiquenses un nicho en donde se convirtió en vocación de varias generaciones por más de 40 años.
El auge del punk en el Edomex está ligado al contexto histórico y social de los jóvenes de las décadas de los 70 y 80. Fue una época marcada por la pobreza y la persecución a las expresiones culturales que no eran del agrado de las autoridades.
Los antecedentes
Después del Festival Rock y Ruedas Avándaro, celebrado en 1971 en el Edomex, la música rock se reprimió en gran parte del Valle de México.
En secreto comenzaron a surgir espacios clandestinos en los que los jóvenes podrían seguir divirtiéndose, eran los llamados hoyos funky, que proliferaron, sobre todo en el norte del Valle de México. En ese entonces, las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo a Madero y los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla, Texcoco y Nezahualcóyotl fueron, fueron el refugio de muchos de estos espacios.
El punk, que comenzó en Reino Unido con bandas como The Sex Pistols o The Clash, no era tan popular en México para la época de Avándaro, pero si había algunos grupos que emergieron en colonias de clase media que comenzaron a sembrar la semilla de este género entre los jóvenes.
Se sabe que la primera banda de punk mexicana es Dangerous Rhythm, que posteriormente cambiaron su nombre a Ritmos Peligrosos, quienes influenciados por los grupos ingleses comenzaron a crear sus propias canciones en las que ya se hablaba un poco de la represión y la marginación social de su tiempo.
Con el paso de los años, emergieron más y más grupos de punk, principalmente en Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en la CDMX; así como en Ecatepec y Nezahualcóyotl, en el Edomex.
Ecatepunk y Nezayork
Con la llegada de la década de los 80, el punk ya se había esparcido por los barrios de Ecatepec y Neza. Este género musical se convirtió casi en un estilo de vida. Se trataba, sobre todo, de una expresión antiautoritaria como respuesta a la desigualdad social y la represión.
Los nombres de las bandas más influyentes son un testimonio del pensamiento que se tenía en la época:
- Masacre 68.
- Solución Mortal.
- Sedición.
- Falla del Sistema.
- Atóxico.
- Síndrome.
- Boicot.
- Kagada de perro.
- Virginidad Sacudida.
- Secta Suicida Siglo 20.
- Desorden Público.
- Xenofobia.
- Descontrol.
- Rebel-D Punk.
- Hospital X.
- Herejía.
- Antigobierno.
- Ley Rota.
- Subverción Colectiva.
- Decadencia.
https://www.youtube.com/watch?v=WKVw23leb5I
Desde la Gustavo A. Madero, José Vega Arredondo, conocido como Polo Pepo, también daría un paso importante para el punk en el norte del Valle de México, con su tema La San Felipe es Punk, que sería tomada como una clase de himno entre varios grupos de este género.
Ecatepec se hizo cuna de muchos movimientos juveniles para protestar en contra de la represión social. La marginación hizo que las expresiones culturales tomarán como bandera la sobrevivencia dentro de un sistema que por muchos años los había excluido.
Rápidamente, los movimientos punk en Ecatepec se hicieron fuertes y hay varios testimonios de la época en la que se habla de una zona en la que las tribus urbanas hicieron suyas las calles.
A partir de eso se dividió, de cierta manera, el punk en Ecatepec. Por un lado se fortaleció una línea más rebelde, denominada en diferentes textos y estudios sobre el tema como los anarcopunks, que se distinguían por sus actitudes antisistemas. Del otro estaban los punks que disfrutaban del género musical y de vestir con la estética Mohawk, pero sin meterse tanto en cuestiones políticas o sociales.
Mientras tanto, en Neza, que tenía pocos años de haberse convertido en un municipio (se estableció como tal en 1963), la escena punk se posicionó como el género más prominente para la nueva ciudad.
Muchos de los barrios punks de Neza estaban habitados por gente de otros municipios o incluso de otros estados que buscaban un trabajo más estable en la Ciudad de México, pero que no contaban con suficientes recursos para pagar una renta en la capital.
En estos suburbios obreros proliferaron los centros nocturnos y culturales en los que la música punk se pudo desarrollar de gran forma.
De hecho, muchas los grupos surgidos en Nezahualcóyotl formaron el colectivo Bandas Unidas de Neza y las mujeres también se organizaron en Chavas Unidas Punk para buscar mejores condiciones y espacios en los que pudieran hacer sus tocadas sin temor a ser reprimidos.
Una vez que los colectivos juveniles lograron superar la persecución de la música, se dedicaron a otras actividades sociales dentro de sus barrios para combatir la delincuencia que los azotaba.
Actualmente, muchos de los que fueron punks de los 80 siguen haciendo esta labor. Si bien, este género ha estado muy relacionado con el abuso de drogas y la delincuencia, también hay personas dentro del movimiento que buscan mejorar sus barrios por medio de un gusto común, en este caso el punk.
Hay familias con varias generaciones que toman el punk como una vocación y los grupos se han diversificado de gran manera.
Así como todavía sobreviven algunos de los grupos precursores, las nuevas bandas también traen propuestas interesantes. Hay muchas formadas por mujeres, otras que incluso tienen temáticas prehispánicas.
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