De acuerdo con un estudio de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, el padre es el que define si el bebé es niño o niña, está en sus genes.
Esta investigación estudió cientos de años de árboles genealógicos y sugiere que un hombre hereda (de su padre) una tendencia a tener más hijos o más hijas, es decir, un hombre con muchos hermanos tiene más probabilidades de tener hijos, mientras que un hombre con muchas hermanas tiene más probabilidades de tener hijas.
Corry Gellatly, científico investigador de la Universidad de Newcastle, ha sido el líder de la investigación que involucró un estudio de 927 árboles genealógicos que contenían información de 556 mil 387 personas de América del Norte y Europa desde el año 1600. “El estudio del árbol genealógico mostró que la probabilidad de tener un niño o una niña se hereda. Sin embargo, en las mujeres, simplemente no se puede predecir”, explicó el investigador.
De acuerdo con el estudio los hombres determinan el sexo de un bebé dependiendo de si su esperma lleva un cromosoma X o Y. El X se combina con el cromosoma X de la madre para formar a una niña (XX) y un cromosoma Y se combinará con el de la madre para formar a un niño (XY).
Por lo tanto, el estudio de la universidad de Reino Unido, sugiere que un hombre con más cromosomas X o más Y, afectará el sexo de sus hijos.
Un gen consta de dos partes, conocidas como alelos, una heredada de cada padre. Gellatly demuestra que es probable que los hombres porten dos tipos diferentes de alelos, lo que da como resultado tres posibles combinaciones en un gen que controla la proporción de espermatozoides X e Y:
- Los hombres con la primera combinación conocida como “mm” producen más esperma Y, por lo tanto, tienen más posibilidades de tener hijos varones.
- La segunda combinación conocida como “mf” produce aproximadamente el mismo número de espermatozoides X e Y y tiene aproximadamente el mismo número de hijos e hijas.
- La tercera combinación conocida como “ff” produce más espermatozoides X y por lo tanto, tiene más posibilidades de tener hijas.
El estudio también observó el comportamiento en nacimientos después de Guerras Mundiales I y II. Según con la investigación, en muchos de los países que lucharon en estas guerras se vio un aumento repentino en el número de niños nacidos después.
El año posterior al final de la Primera Guerra Mundial, nacieron dos niños más por cada 100 niñas en Reino Unido, en comparación con el año anterior al comienzo de la guerra. Gellatly señala lo que sucedió fue que las probabilidades estaban a favor de que los hombres con más hijos vieran a un hijo regresar de la guerra, por lo tanto, era más probable que engendraran niños porque heredaron esa tendencia de sus padres.
Por el contrario, los hombres con más hijas pueden haber perdido a sus únicos varones en la guerra y es más probable que esos hijos engendraran niñas. Esta es la razón, por la que los hombres que sobrevivieron a la guerra tenían más probabilidades de tener hijos varones y hubo un aumento en la tasa de nacimiento de niños.
En la mayoría de los países, desde que se llevan registros, han nacido más niños que niñas. El Reino Unido y Estados Unidos, en la actualidad nacen alrededor de 105 varones por cada 100 mujeres.
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