En una reciente publicación de la Universidad de Harvard, el estrés es un problema común en la mayoría de las sociedades y puede desencadenar problemas de salud como problemas digestivos y aumento de peso.
De acuerdo con “Estrés y Salud” de la universidad estadounidense, hay tres tipos principales de estrés que pueden ocurrir en nuestro día a día y son: agudo (un evento breve, como discusiones), episódico agudo (eventos agudos frecuentes como fechas límite de trabajo), estrés crónico (eventos persistentes como desempleo, abuso físico, conflictos, etc.).
Según la publicación cuando estás estresado tu cuerpo libera hormonas que provocan varias acciones en segundos: bombear sangre y oxígeno rápidamente a las células, acelerar el ritmo cardíaco, aumentar el estado de alerta mental. Aunque es una reacción natural del cuerpo para estar alerta, esto puede desencadenar consecuencias como:
- Problemas digestivos (ardor de estómago, diarrea y estreñimiento).
- Aumento de peso.
- Dolor de pecho, enfermedades del corazón.
- Problemas del sistema inmunológico.
- Condiciones de la piel.
- Dolor muscular (Dolores de cabeza, espalda y cuello).
- Insomnio.
- Esterilidad.
- Ansiedad.
- Depresión.
Si el estrés no pasa, el sistema nervioso continúa desencadenando reacciones físicas que eventualmente pueden provocar inflamación y daño a las células.
En caso de que padezcas de estrés crónico este puede afectar el uso de calorías y nutrientes por parte del cuerpo de varias maneras y por lo tanto si no comes de manera correcta puedes presentar deficiencias y además se creará una reacción en cadena de comportamientos que pueden afectar negativamente los hábitos alimenticios como tener antojo de alimentos reconfortantes, dulces, altamente procesados o con un alto contenido de grasas y calorías.
Cuando tienes demasiado estrés puedes elevar tus niveles de cortisol y además de tener antojos desmedidos y fomentar el aumento de peso, acumularás grasa en la zona del vientre, la cual se asocia con la resistencia a la insulina y un mayor riesgo a padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres de mama.
Consejos de Harvard para ayudar a controlar el estrés
- Dieta saludable. De acuerdo con la publicación llevar una dieta balanceada no solo te ayudará con el peso, sino también con la generación de energía para enfrentar el estrés de manera saludable.
- Alimentación consciente. Cuando “comemos por estrés”, solemos comer rápidamente sin percatarnos de qué y cuánto comemos. Harvard recomienda que cuando comas enfoques tu atención en la comida y mastiques lentamente.
- Ejercicio regular. La actividad física te ayudará a regular tus niveles de presión arterial y te ayudará con el estrés. Según la universidad de Estados Unidos, caminar y bailar aumentan tu respiración y el ritmo cardíaco lo que te ayudará a que llegue más oxígeno a las células de todo el cuerpo y te ayudará a liberar la tensión de los músculos, incluido el corazón.
- Meditación. Harvard recomienda que respires lenta y profundamente, ya que la respiración rápida y superficial alienta al estrés. Si respiras controladamente puedes reducir tu ritmo cardíaco, calmar tu mente y reducir la tensión muscular.
- Combatir el estrés. Si te encuentras en situaciones de demasiado estrés puedes buscar apoyo profesional y así reducir drásticamente tus niveles de estrés. Usa una hora al día para ti para escapar de las presiones del trabajo y esto te ayudará a disminuir el riesgo de enfermedades físicas y mentales asociadas con el agotamiento.
- Buena higiene del sueño. Si te encuentras bajo estrés estarás bajo una sensación de alerta, lo que retrasa el inicio del sueño y provoca la interrupción de este durante la noche; esto también tiene como consecuencia que no puedas entrar en etapas profundas del sueño en donde se reparan y desarrolla tejido y apoya un sistema inmunológico saludable.
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