A través de sus redes sociales, Jesús Ramírez Cuevas, Coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, compartió una campaña de videos llamada #AntojoSaludable, que presenta a botargas de frutas y verduras luchando contra productos altos en azúcar y grasas.
La campaña no es bien recibido por los internautas, quienes la califican como “ridícula”, “poco profesional” o “un desperdicio de impuestos”. Otros usuarios señalaron que, aunque evidentemente se trata de contenido dirigido a niños, tiene una mala calidad y les habla como si no tuvieran capacidad de comprender un mensaje.
Mensajes equivocados sobre el combate al Covid-19
En el primero de los videos de #AntojoSaludable, una botarga de coronavirus infecta a la gente, hasta que es detenida por un elote y una naranja para luego tener una pelea contra dulces y refrescos.
El mensaje de este primer spot es que el Covid-19 se combate con una buena alimentación. Uno de los personajes disfrazados de frutas asegura que con vitaminas y minerales se evita que crezca el virus.
Sin embargo, no existen estudios que aseguren que los hábitos de alimentación sean un factor determinante en contraer o no el virus del SARS-Cov-2.
Tener una dieta balanceada sí ayuda a tener un sistema inmunológico más eficiente, pero no garantiza ningún tipo de inmunidad. La Organización Mundial de la Salud señala lo siguiente:
“Aunque ningún alimento ni suplemento dietético puede prevenir ni curar la COVID-19, una alimentación saludable es importante para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. La nutrición adecuada también puede reducir la probabilidad de aparición de otros problemas de salud como la obesidad, las enfermedades del corazón, la diabetes y algunos tipos de cáncer”.
Si bien, todas las organizaciones e instituciones de salud en el mundo recomiendan una alimentación balanceada para el bienestar del organismo, las medidas de prevención de Covid-19 son completamente distintas: lavarse las manos, conservar la sana distancia, usar cubrebocas, vacunarse, aislarse en caso de tener síntomas y hacerse una prueba.
Botargas para incentivar la lectura del etiquetado frontal
Para el segundo video de #AntojoSaludable, la botarga de coronavirus ahora dirige a un equipo de futbol conformado por comida chatarra y enfrentan a las frutas y verduras en un partido, en el que terminan colocándoles sellos de exceso de grasas y azúcares.
La moraleja de este capítulo, además del mensaje de alimentarse bien, es la importancia del etiquetado frontal, el cual no ha tenido los resultados esperados a poco más de un año de su implementación.
La Procuraduría Federal del Consumidor señala que el etiquetado frontal ha sido un éxito, debido a que marcas como Coca-Cola, Nestle, Pepsi Co, Bimbo o Kellog’s han reformulado hasta el 56% de sus productos para hacerlos más sanos.
Sin embargo, diversos estudios realizados en supermercados y pequeños comercios indican que el etiquetado frontal no es, todavía, un factor que influya en los hábitos de compra de los consumidores.
En octubre de 2020, durante el primer mes de la implementación del etiquetado frontal, la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) elaboró una encuesta de consumo entre clientes de diferentes tiendas de pequeño impacto; los resultados arrojaron que más de la mayoría de los consumidores no consultó el etiquetado frontal o no influyó en su compra.
A finales de 2020, la consultora Kantar hizo un nuevo estudio de campo en México para conocer el impacto del etiquetado frontal, encontrando que el consumo de productos altos en grasas, sodio o azúcares no ha bajado, aun cuando tienes dos o más sellos de advertencia.
Para los productos con un sello de advertencia, la intención de compra era del 62% en 2020 y con dos sellos era de 49%. Con tres sellos, el 51% de las personas consultadas por Kantar señalaron que reducirían su consumo, mientras que el 45% dijo lo mismo a partir de 4 sellos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, casi el 90% de los consumidores no tenía intenciones de dejar de comprar los mismos productos, aún conociendo el etiquetado frontal.
Para marzo de 2021, Kantar hizo una nueva evaluación, encontrando que el nivel de penetración de los alimentos marcados con etiquetado frontal era prácticamente el mismo que cuando comenzó a implementarse.
“No vemos un impacto claro, significativo, de esta iniciativa en los patrones de compra de los mexicanos, ni en sus hábitos de compra ni el volumen de compra de las categorías desde que esta iniciativa de sellos de advertencia fue implementada. Los patrones de compra no cambian”.
Otro estudio elaborado por la consultora internacional Ipsos indicó que durante la pandemia de Covid-19, los niveles de obesidad en México no han bajo, sino todo lo contrario.
De acuerdo con sus mediciones, los mexicanos ganaron un promedio de 8.5 kilos más durante los primeros nueve meses de confinamiento. Esto, debido a la falta de actividad deportiva y el incremento de consumo de productos chatarra. Para la fecha de publicación de este estudio, ya se había implementado el etiquetado frontal.
En junio de 2021, también se dio a conocer que el consumo de refrescos en México aumentó el 1.6%, aún con etiquetado frontal y aumento general de precios. Lo mismo ocurrió con el pan dulce y galletas, que crecieron hasta 7% más que el año anterior.
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