Mientras la economía mundial se vio afectada por el Covid 19, China incrementó su poder económico a través de créditos con altos intereses que endeudaron a naciones pobres.
Sri Lanka, Pakistán, Etiopia, Cabo Verde, Kyrgyzstan, Ghana, Uganda, Montenegro, Serbia, Uruguay, Argentina, Honduras y Ecuador son solo algunos de los más de 100 países con los que China ha hecho contratos por préstamos por miles de millones de dólares en los últimos años.
En la mayoría de los casos anteriores, señala un estudio de Instituto Kiel para la Economía Mundial, estos préstamos se hicieron para que los gobiernos de países pobres o en vías de desarrollo pudieran afrontar los efectos del Covid 19 en sus frágiles finanzas.
El Instituto Kiel es un think thank con sede en Alemania especializado en temas de economía mundial. La investigación sobre los préstamos chinos fue elaborada por los especialistas Anna Gelpern, Sebastian Horn, Scott Morris, Brad Parks, and Christoph Trebesch y presentada en marzo de 2021.
En un artículo publicado en The Economist, puntualizan que China se ha convertido en el mayor proveedor de créditos a países pobres, superando incluso al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional juntos.
También, aseguran, que la falta de transparencia en las operaciones imposibilita calcular el tamaño real de la deuda que estas naciones tienen con China. Las estimaciones aproximadas sobre el dinero que el gigante asiático ha destinado a sus créditos es de entre 500 mil millones a 700 mil millones de dólares.
Muchos de los países que aceptaron estos créditos (ya sea por la emergencia de la pandemia o para llevar a cabo obras públicas) han visto sus finanzas destruidas por los altos intereses que genera su deuda.
Un estudio del Banco Mundial refiere que el tamaño de la deuda de los 50 países más afectados por los intereses de estos créditos, equivale a por lo menos el 40% de su deuda externa total.
Por qué China le presta a los países pobres sin parar
Un artículo en Financial Times explica que desde que China se convirtió en el mayor prestamista del mundo, el G7 ha visto con preocupación esta situación; debido a que las cláusulas entre las partes del contrato son poco claras y desfavorables para los clientes, en este caso, los países pobres:
“Más del 90 por ciento de los contratos bilaterales chinos incluyen cláusulas que permiten a la entidad estatal rescindir el contrato y exigir el reembolso si el país deudor implementa un cambio legal o político significativo”.
Además, detallan, que entre las cláusulas del contrato se establece que, en caso de que el cliente no cumpla con sus pagos, China puede empezar a influir en las políticas externas o internas del país.
Financial Times explica que este es uno de los motivos principales para que China haga préstamos a países pobres: influir de manera indirecta en el mercado y la política internacional.
Esta hipótesis es respaldada por expertos en economía, instituciones financieras y medios especializados que han estudiado el caso.
Normalmente, países subdesarrollados no pueden acceder a líneas de crédito de instituciones como el Banco Mundial o el FMI, ya que son considerados de ‘alto riesgo’.
De manera muy sencilla, lo anterior significa que su economía no puede garantizar que paguen su deuda, sin desestabilizar gravemente sus finanzas públicas. Es aquí en donde China, aseguran los expertos, encontró un nicho de inversión.
Los bancos paraestatales chinos arriesgan su capital al prestar a los países más pobres, pero toman como garantía empresas o negocios estatales, como minas, plataformas petroleras, infraestructura de telecomunicaciones, bienes inmuebles del gobierno, etc.
Un artículo en The Strait Times, un medio especializado en temas de economía con sede en Sigapur, relata que cuando los intereses son impagables, China puede renegociar la deuda tomando la administración de fuentes de ingreso para las arcas públicas del país en cuestión, como una carretera de peaje o un puerto.
De esta manera, los países deudores pueden amortiguar el pago de los intereses, pero se alargará el tiempo en que pagaran el préstamo.
Contratos opacos y sin posibilidad de reestructura, aun en la pandemia: Kiel
El informe del Instituto Kiel para la Economía Mundial indica que uno de los mayores problemas que enfrentaron los países endeudados con China para cumplir con sus obligaciones contractuales, fue la pandemia de Covid 19.
El documento señala que muchos de los países deudores trataron de reestructurar el pago de los intereses y que incluso algunos llegaron a mencionar el papel de China en la pandemia mundial. Este informe se puede descargar públicamente desde este link.
El Instituto Kiel detalla que China no vio con buenos ojos la idea de reestructurar la deuda de los países afectados, incluidos algunos de extrema pobreza ubicados en África, por lo que endureció el cumplimiento de las cláusulas contractuales para no permitir filtraciones sobre los acuerdos.
“Muchos de los contratos contienen o hacen referencia a las promesas de los prestatarios de no revelar sus términos o, en algunos casos, incluso el hecho de la existencia del contrato”.
The Strait Times retoma parte de este informe y complementan con información sobre que China comenzó a abrir mesas de negociación para tratar temas de reestructuración de deuda, pero en ninguno de los casos (documentados) se permitió una condonación total o parcial.
Fue de esta manera, asegura el documento de Kiel, que China comenzó a ganar mayor influencia en el mercado, ya que así comenzaron a asumir la administración de bienes paraestatales de los países endeudados:
“Los desencadenantes de incumplimiento del tipo que hemos identificado en los contratos de deuda china amplifican potencialmente la influencia económica y política de China sobre un prestatario soberano”.
Los organismos financieros internacionales no ven buenos ojos las prácticas de los bancos chinos, operados desde Beijing. Ya que aseguran que se invade la autonomía de las naciones que recurrieron a ellos por necesidad.
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