Una fotógrafa de sociales publicó en Facebook lo que pudo ser una gran postal de una boda, pero una invitada se metió en la toma para captar el momento con su teléfono celular.
En la publicación la fotógrafa, de nombre Hanna Mbalenhle, escribió el siguiente mensaje:
“A la chica con el iPhone. No solo arruinaste mi foto, sino que le quitaste ese momento al novio, al padre de la novia y a la novia. ¿Qué planeas hacer exactamente con esa foto? Honestamente. ¿Vas a imprimirla? ¿Guardarla? ¿Mirarla todos los días? No. No lo harás”.
En los comentarios hay opiniones divididas entre personas que consideran el enojo de la fotógrafa como un exceso y otros que creen que efectivamente la invitada cometió un error innecesario.
¿Qué dicen los fotógrafos?
Desde la aparición de los teléfonos con cámara los fotógrafos especializados en eventos sociales batallan por evadir a los invitados que quieren capturar todos los momentos con sus móviles.
Incluso, en algunos contratos ya se establece que se debe notificar a los invitados que deben tener cuidado con no atravesarse frente a la cámara.
Si bien, no se está prohibiendo que los invitados saquen sus propias imágenes, lo cierto es que la pareja está pagando a un profesional por este servicio.
En la publicación de Hanna, otros fotógrafos insisten que la calidad de un teléfono celular, por más moderno que sea, no va a superar a una cámara en combinación con las herramientas y los conocimientos de los fotógrafos.
También explican que las personas deben ocuparse en disfrutar de la fiesta; que ellos se encargarán de capturar todos los momentos importantes y que posteriormente, al entregar el material, la pareja lo podrá compartir con sus invitados.
Las fotografías tomadas con celulares no se imprimen
Uno de los argumentos que usa Hanna para reclamar a la mujer del iPhone es que, probablemente, la foto tomada con ese teléfono nunca se va a imprimir. Y es algo que ocurre muy seguido.
Empresas como Fujifilm o Kodak, que dominaron durante el siglo XX la industria de la impresión fotográfica, estuvieron al borde de la bancarrota tras la aparición del almacenamiento de archivos en formatos digitales.
Muchos laboratorios de revelado cerraron en el mundo, ya que cada vez era menos la demanda de fotografías en formato físico.
Aunque las fotografías tomadas con cámaras digitales y teléfonos celulares se pueden imprimir sin mayor problema, la realidad es que gran parte de este material se queda guardado en la memoria de estos aparatos.
La producción de los clásicos rollos Kodak y Fujifilm estuvo a punto de desaparecer de no ser por algunos aficionados de la fotografía análoga que los seguían comprando.
Ambas empresas tuvieron que reinventarse y entrar al mercado de la fotografía digital con nuevas cámaras, accesorios y nuevas técnicas y formatos de impresión para atraer de nuevo al público.
En México, por ejemplo, imprimir una fotografía sencilla, de 4 x 6 pulgadas tiene un costo aproximado de 8 pesos por unidad en laboratorios de buena calidad como Fujifilm o Foto Regis.
Sin embargo, el destino más frecuente de las fotos tomadas con celulares son las redes sociales.
En 2018, los números de la red social Facebook, la más grande en usuarios en México, reportó que se comparten 300 millones de fotos cada día, es decir, un aproximado de 136 mil por minuto.
Instagram, la plataforma más grande para compartir fotos, indicó que se publican 96 millones de fotos cada día.
Por ello, los fotógrafos como Hanna señalan que no está mal que los invitados hagan sus propias fotos para compartirlas. Pero que deben prestar atención de no estorbar una toma.
Encontrar el ángulo indicado, configurar la cámara conforme a las condiciones de luz y hallar el momento perfecto para presionar el obturador, puede tomarle tiempo al fotógrafo y todo su trabajo se puede arruinar en cuestión de segundos.
¿Entonces no debo tomar fotos si soy invitado?
Si eres invitado en una boda, XV años, bautizo o cualquier evento intenta no causar problemas al trabajo del fotógrafo con estos consejos:
- Procurar no interferir entre la cámara y la escena.
- Antes de tomar una foto voltea a ver si no estorbas en el ángulo del fotógrafo.
- Colócate detrás del fotógrafo. Esto te ayudará a tener el mismo ángulo que el profesional cree que es el mejor.
- En momentos importantes del evento, procura no estirar tu brazo y acercar tu teléfono.
- Espera a que el fotógrafo termine de hacer su toma y haz la tuya.
- Disfruta de la fiesta y deja que el profesional se encargue de las fotos.
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