La historia de Azcapotzalco es sumamente amplia y más antigua que la de los mexicas. Este lugar al poniente de la Ciudad de México se caracteriza por la enorme tradición que resguarda en cada uno de sus rincones. A través de sus construcciones y monumentos es posible hacer un trazo lineal del paso del tiempo en diferentes épocas.
En esta serie de reportajes, repasaremos la historia de Azcapotzalco a través de sus construcciones y monumentos. Hablaremos de anécdotas mientras hacemos un recorrido por los edificios y obras que le dan identidad a la alcaldía. En esta primera entrega nos enfocaremos en la época prehispánica, en el florecimiento de la cultura tepaneca.
Qué significa Azcapotzalco
Para conocer la evolución de Azcapotzalco, debemos remontarnos al Siglo XII. Una época en la que ni siquiera Cristóbal Colón había llegado a América, incluso antes de la fundación de la propia México-Tenochtitlán.
Como pasa con la mayoría de las culturas mesoamericanas, Azcapotzalco es producto de las migraciones de diferentes grupos nómadas que encontraron en esta tierra un lugar adecuado para vivir. El alcalde Vidal Llerenas Morales nos relata de dónde surge el nombre y gentilicio tan característico de la demarcación:
“Azcapotzalco significa ‘en el hormiguero’ o ‘lugar en donde viven las hormigas’. Las hormigas son importantes en la simbología prehispánica por muchas razones. Una es que se supone que fueron ellas quienes le robaron el maíz a los Dioses y lo traen a la Tierra. Al chintololo se le relaciona con una hormiga, por lo tanto es alguien ‘nalgón’. Chintololo significa ‘hombre nalgón’, probablemente por esta relación con la hormiga”.
El imperio tepaneca
El mito fundacional de Azcapotzalco inicia en el Siglo XII, fecha en que los historiadores y antropólogos señalan como fecha en que la tribu de los tepanecas salió de la región de Tula-Jilotepec. Guiados por Matlacóatl, se establecieron en Azcapotzaltongo, al norte de Atizapán.
En diferentes códices se indica que Matlacóatl se unió en matrimonio con Azcueitl, quien era hija de un importante gobernante chichimeca de la región. Juntos se convirtieron en la pareja fundadora de la dinastía tepaneca, aproximadamente en el año de 1152.
Pero fue hasta la aparición de Acolhuacatzin, líder de un grupo migratorio que llegó de Michoacán que los tepanecas comenzaron a ganar importancia en el antiguo trazo del Valle de Anáhuac.
Aculhuacatzin o simplemente Aculhua, se casó con Cuetlaxochitzin, segunda hija Xólotl, un rey chichimeca que gobernó en la zona que hoy es Tenayuca y Tlalnepantla, en el Estado de México. Como regalo, les dio a este matrimonio los dominios del territorio de Azcapotzalco.
El dominio y esplendor de Tezozómoc
De la unión de Aculhua y Cuetlaxochitzin nacería años después Tezózomoc, el poderoso gobernante tepaneca que expandió las fronteras de su imperio por todo Anáhuac, hasta llegar a la zona de Puebla, Tepotzotlán y Cuernavaca:
“Tezózomoc gobernó el Valle de México desde aquí, desde Azcapotzalco a finales de 1300 e inicios de 1400. Era lo que se conocía como un altepetl, se trata de una unidad política que conjuntaba a los diferentes pueblos. Mucha de la gloria de Azcapotzalco está en esa época. En los últimos meses hemos encontrado distintos materiales que nos van a ayudar a entender este periodo y lo que sucedió aquí”, comenta Vidal Llerenas al respecto.
Durante el gobierno de Tezózomoc fue que los aztecas llegaron al Valle de México. Fue él quien les permitió que se establecieran en el lago de Texococo, pero los mantuvo sometidos a su poder.
Durante su etapa de mayor fuerza, el gobernante tepaneca guerreó con los altepetl de Culhuacán y Tlacopan y se enfrentó al rey poeta Nezahualcóyotl, monarca de Texcoco, a quien terminó por vencer.
Pero entre 1426 y 1427 muere Tezozómoc. Su imperio es heredado por su hijo Tayatzin, quien no dura mucho en el trono, ya que la envidia de su hermano Maxtla fue tan grande que lo asesinó para robarle el trono.
Una de las malas decisiones que Maxtla fue reanudar la lucha contra Nezahualcóyotl, quien se alió con los señores Izcóaltl de Tenochtitlán y Totoquihuatzin de Tlacopan para formar la Triple Alianza y derrocar al imperio tepaneca de Azcapotzalco.
Con la caída de Azcapotzalco inicia el ascenso del imperio mexica. Para evitar una recuperación de los tepanecas, el tlatoani mexica Izcóatl convirtió a esta nación en tributarios, situación que no cambia hasta la conquista española.
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