La estrategia para prevenir la contingencia de coronavirus falló en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Desde esta mañana, personas de la tercera edad esperaron en filas de más de seis horas para cobrar su pensión en el Centro Médico Siglo XXI de la Ciudad de México.
Los jubilados llegaron desde otros estados del país para realizar el cobro. Algunos enfermos de diabetes e hipertensión, otros sobrevivientes de cáncer, todos personas vulnerables al contagio de COVID-19.
Gregorio García es uno de los cientos que esperó todo el día para realizar el cobro. Viajó desde Toluca, Estado de México con un cubrebocas como única protección ante el coronavirus. Padece diabetes y sabe que es parte de la población a la que enfermar de coronavirus podría ser mortal.
“Debo comer… si no me mata el mentado bicho, me muero de hambre“, dice el jubilado forense con más de 30 años de servicio en el IMSS.
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El pasado domingo, el Seguro Social pidió a sus más de 3.8 millones de pensionados y jubilados del IMSS no cobrar su dinero el mismo día que se realizan los depósitos para evitar la concentración masiva de personas mayores de 60 años.
Como parte de las recomendaciones, el instituto pidió a los jubilados acudieran a retirar los recursos en los días siguientes al primero de abril y realizaran compras con las tarjetas bancarias en los centros autorizados.
Sin embargo, la estrategia no sirvió y tampoco fue seguida por el IMSS. El personal explicó que la tardanza de más de seis horas fue ocasionada porque decidieron “adelantar pagos y actualizar datos personales” de los jubilados.
“Salió contraproducente debieron preverlo, tener más cajas y personal”, dice Raquel Rivera de 65 años. “Más de 30 años le dimos al IMSS y ahora somos basura para ellos. El Instituto ha dejado a sus trabajadores a la deriva”.
Raquel reconoce que podría cobrar mediante tarjeta bancaria, pero como mujer de la tercera edad habitante del Estado de México sabe que el riesgo de un asalto es más grave.
Al igual que Gregorio García y Raquel Rivera, desde la mañana Esperaza Vázquez de 70 años viajó desde Cuajimalpa, con padecimientos de rodillas y diabetes para realizar el cobro. Lo mismo con Juana Irma de 66 años, habitante de Ecatepec; Martha Vázquez de 83 años, originaria de Azcapotzalco y sobreviviente de cáncer de mama, y Margarita de 77 años. Todas con más de 30 años de trabajo en diversas áreas del IMSS.
Si la estrategia no mejora, el día de mañana cientos de personas de la tercera edad, jubilados del IMSS, volverán a pasar horas en espera de su pensión.
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