César tenía cinco años cuando fue encontrada muerto. Una más de las historias de niños y niñas asesinados. El pasado 9 de diciembre, encontraron su cuerpo en una barranca en Juchitepec, Estado de México. Al igual que Fátima Cecilia, la menor de siete años víctima de feminicidio en Tláhuac, César fue reportado como desaparecido unos días antes.
La última vez que se le había visto fue cerca de una iglesia. Era sábado a las 7 de la mañana y caminaba solo. Eso dijeron las primeras versiones.
Por un reporte de su madre, el rostro de César también fue difundido en una Alerta Amber. Mientras las imágenes se compartían en redes sociales, vecinos de Juchitepec se organizaron para buscarlo durante el fin de semana. Incluso cerraron la carretera para comenzar una búsqueda con las autoridades. Lo que encontraron fue su cuerpo enterrado en la tierra.
Tras el hallazgo, medios de comunicación comenzaron a difundir los avances de la investigación. Dos días después, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México detuvo a la madre, el padrastro y el cuñado de la mamá.
El presidente municipal Felipe Mejía Valdez informó que toda la búsqueda se había tratado de “un show armado” para distraer la atención de las autoridades. Pero no funcionó. El motivo del asesinato fue una venganza contra el padre de César.
En México, 4 niñas y niños son asesinados todos los días, mientras que siete desaparecen en total impunidad, informó Juan Martín Pérez García, director la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Contrario a lo que se ha pensado, el lugar más peligroso no es “caminar sola por la noche”, sino, estar en casa. Esto informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su Estudio Mundial sobre Homicidio 2019.
Guanajuato: el estado más peligroso para ser menor de edad
Las cifras de la REDIM que se dieron a conocer en enero, durante la presentación anual de “Infancia y adolescencia en México, entre la invisibilidad y violencia”, van en aumento. Los estados más peligrosos para niños y niñas son: Guanajuato, Veracruz y Nuevo León.
La noche del martes 9 de marzo de 2019, Karol Ramón, de siete años, llegó sin vida al sanatorio Juventino Rosas en Guanajuato. Su cuerpo tenía variedad de golpes y cicatrices por herramientas como martillos.
Karol ya había sido atendido en ocasiones anteriores por personal del DIF. Sin embargo, la violencia familiar que vivía pasó desapercibida en la dependencia. Mientras que en la escuela, solo lo diagnosticaron con hiperactividad.
También ignoraron a la abuela materna del niño, quien había solicitado al DIF obtener la patria potestad.
Fue hasta su asesinato, que se solicitó la presencia de elementos del Ministerio Público. Un juez giró una orden de aprehensión contra la madre. Fue vinculada a proceso por homicidio por razón de parentesco.
Organizaciones por los derechos de menores de edad han manifestado que son necesarias estrategias de prevención y atención para este sector vulnerable. Pero las cifras de niños y niñas asesinados continúa en aumento.
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Los feminicidios de niñas en Veracruz
En el caso de la violencia feminicida que parecía afectar sólo a mujeres jóvenes y adultas, también alcanza a las más pequeñas. El Estado de México y Veracruz son las entidades más peligrosas para ser niña.
Uno de cada 10 feminicidios afecta a niñas, de acuerdo con datos de Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De 2015 a 2019, se asesinaron 317 menores del total de víctimas de feminicidio.
Amiyacci tenía 10 años cuando desapareció. Fue el 11 de noviembre de 2018 en la comunidad de Mafafas, municipio de Tepetlán, Veracruz.
En un inicio sus padres creyeron que se trataba de un secuestro. Esperaron la llamada de rescate para poder recuperar a su hija. Pero el teléfono nunca sonó.
Decidieron realizar una denuncia ante las autoridades e iniciar una búsqueda. Una fotografía de Amiyacci, vestida con su traje blanco de Primera Comunión y una vela en las manos, fue la que se ilustró el cartel de búsqueda.
Cinco días después, un campesino encontró un costal a orilla de la laguna de Mafafas. Personal de Servicios Periciales de Veracruz identificó a la niña. Lo último que se informó fue que buscarían a los responsables.
El director Juan Martín Pérez García ha informado que de cada 100 carpetas de investigación donde las víctimas son niños, niñas y adolescentes asesinados, sólo se logra una sentencia condenatoria.
“No vemos una estrategia diferente de los últimos tres presidentes, hay militarización y centralización en lo federal, no se fortalecen las policías locales y hay muy pocas carpetas de investigación, y cada día menos sentencias por delitos contra esta población”, expresó en enero.
Los niños y niñas asesinados aún son tema poco relevante para la agenda política. Desde el 29 de abril, durante conferencia matutina, se confrontó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las cifras. Cuando el número de homicidios de menores aún era de tres. Pero, hasta el momento, no hay acciones concretas al respecto.
El horror sigue en 2019, ahora son bebés
Dos días después de que se diera a conocer el hallazgo de Fátima Cecilia, al norte del país otra niña estaba en peligro.
Karol Nahomi, de cinco meses de edad, fue arrebatada de los brazos de su madre por un hombre y una mujer en Saltillo, Coahuila. De acuerdo con las primeras declaraciones de la progenitora, un hombre y una mujer huyeron con su hija en un auto tipo Tsuru color amarillo.
Este miércoles 19 de febrero, encontraron a Karol Nahomi sin vida en un baldío de la misma colonia donde había sido raptada. La pequeña tenía signos de haber sido golpeada en la cabeza y en la barbilla.
Sin embargo, recientemente la Fiscalía General del Estado de Coahuila dio a conocer que la madre de Karol fingió el secuestro. Mediante la recopilación de videos, cámaras de vigilancia y testigos, la presunta responsable es Ana María, madre de la menor.
Ella misma reconoció encontró a su hija recostada boca abajo y sin respirar. Trató se revivirla pero no lo logró. Tras su declaración se encuentra en el Ministerio Público en espera de denuncia falsa, falta de cuidados y abandono del cuerpo.
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