Usuarios del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México vivieron momentos de terror luego de confundir con un cocodrilo a una iguana que viajaba con un joven dentro de las instalaciones.
Este curioso hecho sucedió la mañana de este martes 26 de noviembre en la estación Centro Médico, que tiene correspondencia con Línea 3 y Línea 9.
Algunas personas alertaron a los policías de la estación de que un hombre viajaba con un cocodrilo, por lo que el personal de vigilancia del Metro comenzó una búsqueda inmediata a fin de evitar algún herido.
Cuando encontraron al joven, vieron que el animal en realidad era una iguana de metro y medio de largo. Al percatarse de que los oficiales se dirigían hacia él, el muchacho tomó al reptil en brazos y corrió para escapar, pero no lo consiguió.
Al ser detenido, el joven, de 18 años de edad, no supo acreditar la posesión legal del animal y por tanto fue trasladado al Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales.
Mientras que la iguana fue asegurada por la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Comerciar, cazar y tener animales y plantas silvestres sin autorización es un delito a nivel federal que tiene diversas sanciones, según lo establece el Código Penal Federal, en su artículo 420.
Entre las actividades prohibidas por la ley están traficar, capturar, poseer, transportar, acopiar, introducir al país o extraer del país especies de flora y fauna silvestre o cualquier subproducto derivado de ellos.
Los subproductos pueden ser, en el caso de animales, huevos, pieles, etc., en el caso de las plantas son semillas o retoños.
Las multas económicas alcanzan los 300 mil días de multa. Es decir, que la sanción resultará de la multiplicación del salario mínimo vigente por el número de días mencionados.
En la Ciudad de México ya fue arrestado y llevado a prisión la primera persona acusada de maltrato animal. Se trata de Fidel “N”, de 32 años de edad, quien fue buscado por las autoridades luego de que roció solvente un perro de raza pitbull, en Iztapalapa.