La “operación cicatriz” se puso en marcha incluso antes de que Clara Brugada ganara la nominación de Morena a la jefatura de Gobierno de la CDMX. El objetivo: negar que la derrota del candidato favorito de Claudia Sheinbaum fuera una derrota de la candidata presidencial de Morena.
Supimos que Omar García Harfuch había perdido la encuesta de Morena no sólo por el tuit de Joaquín López Dóriga, donde el comentarista adelantó la decisión, sino porque los “influencers” y comentócratas afines al lopezobradorismo mandaron al unísono el mismo mensaje: “no hubo dedazo de AMLO”; y “Omar García Harfuch nunca fue, en realidad, el candidato de Claudia Sheinbaum”.
La instrucción que se les dio fue proteger a “La Jefa” de la interpretación que muchos harían tan pronto fuera anunciada Clara Brugada como ganadora: AMLO “bajó” al delfín de Claudia Sheinbaum –García Harfuch– y en su lugar colocó a quien el Presidente sí aprueba. Es decir, López Obrador nunca soltó el “Bastón de Mando” a su sucesora.
¿Omar García Harfuch era el favorito de Claudia Sheinbaum?
Nadie duda de ello, ni siquiera los afines al lopezobradorismo. Por estas razones:
- La ex jefa de Gobierno siempre tuvo a su ex secretario de Seguridad cerca y en primera fila. Lo “placeó” cada vez que pudo.
- Omar García Harfuch le debe su incipiente carrera política a Claudia Sheinbaum. Él era casi desconocido antes de su último cargo. Eso lo haría un jefe de Gobierno cercano e incondicional. Clara Brugada, en cambio, tiene carrera política ligada a AMLO, no a “La Jefa”. La ex alcaldesa de Iztapalapa sería una gobernante que potencialmente podría desafiar la decisión de Sheinbaum de elegir a otra persona como su sucesor/a. Además, si López Obrador mantiene un “maximato”, como muchos suponen, Brugada encontraría en el tabasqueño un apoyo que convertiría a la CDMX en un enclave que la eventual Presidenta de la República no podría controlar.
- Las alianzas mediáticas son las mismas. Los medios de comunicación que difunden encuestas pagadas y coberturas favorables a Claudia Sheinbaum son exactamente los mismos que se esforzaron en ensalzar a Omar García Harfuch. Esos “convenios” no son algo que el ex secretario pueda costear por sí mismo; sólo pueden surgir con el apoyo de la jefatura de Gobierno.
¿Clara Brugada es dedazo de AMLO?
Clara Brugada no necesariamente es un dedazo de López Obrador. Depende de qué tan flexible creamos que es Claudia Sheinbaum, una mujer dura, quien ha mostrado que no cambia de opinión sólo porque hay obstáculos en el camino. Omar García Harfuch le convenía, pero el candidato se convirtió en una carga cada vez más difícil de sostener por estas razones:
- Es fifí. Es imposible ocultar el origen acomodado de García Harfuch, hijo de Javier García Paniagua, miembro de la cúpula del PRI, y María Sorté (nombre artístico de María Harfuch Hidalgo), una famosa actriz y cantante mexicana de los años 70. Eso lo coloca como miembro de la clase alta mexicana, con la que se codea y aparece en fotos en revistas de “sociales”. No es casualidad que su pareja sea Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego. La clase alta mexicana no se mezcla con la plebe.
- Vacuidad. Su poca experiencia en el servicio público –sólo ha tenido puestos en seguridad pública– hace que no tenga nada que presumir fuera de ese ámbito. Muy fácil se le puede asociar con Miguel Ángel Mancera y Enrique Peña Nieto, quienes fueron también jóvenes políticos mexicanos de buena cuna e imagen, cuya sustancia era difícil de encontrar. Fueron nominados a cargos que terminaron siendo muy grandes para su capacidad. A los tres se les destaca por “ser guapos”. No muy buen precedente.
- Rebelión en la izquierda. Clara Brugada ha tenido mucho tiempo para tejer alianzas en la CDMX. Operadores políticos, comentócratas, funcionarios actuales y políticos chapulines… todo tipo de personajes sabían que serían beneficiados con una candidatura de la ex alcaldesa. ¿Quién se beneficiaría del pastel si García Harfuch llegaba? Empresarios, principalmente. No el tipo de actores que hoy en día definen una candidatura local. Por mucho que la revista Vértigo –de Salinas Pliego– y otros medios impulsaran al máximo la aspiración del favorito de Sheinbaum, se trataba de personajes del sector “conservador” que en poco incidirían dentro de Morena.
- Mujeres a fuerza. La decisión del INE, respaldada por el Tribunal Electoral, de privilegiar a mujeres en las candidaturas a gobernadores, hizo que la candidatura de Omar García Harfuch fuera más costosa. Pues había pocas mujeres en los otros 8 estados con elecciones con la competitividad que Clara Brugada sí tenía en la CDMX.
Ya sea que AMLO haya intervenido –o que la propia Claudia Sheinbaum se convenciera de lo costoso que era mantener a Omar García Harfuch–, seleccionar a Clara Brugada fue la mejor decisión para mantener la unidad de la 4T. Ya muchos agravios había generado la propia candidatura de Sheinbaum, en perjuicio de otros sectores dentro de Morena, como para forzar la segunda candidatura de mayor importancia del 2024 hacia un policía fifí.
Por muy capaz y eficiente que sea, Omar García Harfuch era una pesadilla de imagen. Genial para ganar la CDMX (porque le gusta a la clase media), pero costoso para Sheinbaum ante las bases morenistas rumbo a la elección presidencial. Nunca más habrían podido arremeter contra la oposición con el gastado argumento de que Genaro García Luna todo lo contaminó, pues García Harfuch trabajó con él.
Clara Brugada logró imponerse a Claudia Sheinbaum, incluso si la decisión de bajar a su favorito fue de la propia candidata presidencial. Eso habla mucho de qué tanta fuerza dentro de Morena tendrá la ex jefa de Gobierno en caso de ganar la Presidencia de la República.
Twitter: @estroman