La Secretaría de Educación Pública (SEP) solicitó al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que su información deje de publicarse y de ser un tema de interés nacional. Estos datos permitían hacer un diagnóstico general de la educación en México, desde los aciertos, fallos y áreas de oportunidad de las políticas implementadas.
La SEP dejó de actualizar sus estadísticas para así justificar que ya no cumplen con los requisitos para que su información sea catalogada de interés nacional, debido a que uno de los criterios del INEGI es que los datos se renueven periódicamente.
Algunos de los datos que la SEP entrega al INEGI, hasta antes de este cambio, es el número y estado de escuelas por nivel educativo, así como información sobre la nómina magistral, evaluaciones a la comunidad académica y eficiencia.
El INEGI y la SEP señalan que algunos de los indicadores todavía serán públicos. Sin embargo, organizaciones como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) afirman que la información que será restringida es la que ayuda a conocer y evaluar la realidad educativa del país.
Cabe destacar que la información disponible sobre el actual sexenio en materia educativa consultable en el INEGI cubre el Ciclo Escolar 2020-2021 y el Ciclo Escolar 2021-2022.
En ese sentido, los datos señalan que hubo reducciones en el número alumnos inscritos al último Ciclo Escolar reportado, también hay menos maestros y, al menos, 50 escuelas desaparecieron en el país.
Los datos en el INEGI permitieron conocer los efectos de la pandemia de Covid-19 en materia educativa, por ejemplo, con la información registrada se supo que 5.2 millones de alumnos de entre 3 y 29 años no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021, que fue el más afectado por la contingencia y en el que se implementó el sistema Aprende en Casa.
Ocultan información de la SEP y desaparecen organismos de evaluación
En abril de 2021, la SEP y el INEGI firmaron un acuerdo de colaboración para reforzar el intercambio de información estadística para hacer un diagnóstico más preciso de la realidad de la educación en el país.
Se afirmó, en dicho acuerdo, que se crearía un equipo multidisciplinario para agilizar el flujo de los datos y analizar los resultados:
“Con el establecimiento de un grupo de trabajo interinstitucional para el análisis, uso y explotación de los datos provistos por distintas fuentes de información, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) profundizarán en el entendimiento y estudio del fenómeno educativo en México”, señala un boletín de prensa al respecto.
Sin embargo, entre 2019 y 2023, diferentes organismos de evaluación educativa desaparecieron por reformas impulsadas por el gobierno federal.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Evaluaciones Educativas (INEE) fue eliminado en mayo de 2019, ese año también se suspendió el Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (pruebas Planea) en planteles de educación básica y en 2021 también se detuvieron las pruebas PISA ambas ayudaban a medir la preparación de los alumnos mexicanos, comparados con estudiantes de otros países.
“Ya no hay evaluación, va a desaparecer el instituto de evaluación porque esa fue una imposición, repito, dictada desde el extranjero, aceptada dócilmente por los gobiernos de México, afanosos, afanosos, aceptaron evaluación a los maestros”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en 2019 al respecto de la eliminación del INEE.
Ahora que se oficializó que la SEP no de informes de datos al INEGI, explica IMCO, será más complicado conocer qué hace el sistema educativo nacional y califican la decisión como una limitación al derecho de acceso a la información:
“Se podría limitar el derecho al acceso y transparencia de la información pública. Aunque las autoridades continuarán con la recopilación y resguardo de la información del SIGED, el INEGI dejará de suministrar dicha información a las autoridades y a la sociedad.
Es fundamental que un sistema educativo se nutra de información de calidad, que sea pertinente, veraz y oportuna, como la que procedía de esta fuente. Al no ser publicada, procesada y difundida de manera proactiva por el INEGI, se requerirá de solicitudes de información para poder acceder a esta, lo que entorpece el acceso a la información”, señala la organización
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