¿Sientes que eres incapaz de hacer las cosas? ¿Te sientes insuficiente o muy por debajo de tus compañeros de la escuela, el trabajo y demás? No es que seas malo, podrías sufrir del síndrome del impostor. Te contamos de qué trata y cómo combatirlo:
Muchas personas se sienten insuficientes a la hora de comenzar un nuevo proyecto, un nuevo trabajo o competir por algo porque creen que no tienen la capacidad. Aún cuando han demostrado con las habilidades para lograr lo que se proponen, tienden a creer que no van a llenar las expectativas.
Esto si bien es un problema se seguridad en sí mismos y autoconfianza, también puede estar vinculado a un síndrome denominado ‘síndrome del fraude’ o ‘síndrome del impostor’. Un conjunto de síntomas que pueden causar un deterioro importante en la autoestima de las personas y el cómo se perciben capaces de lograr sus metas.
Si has tenido la idea de que los demás son mejores que tú, que a pesar de lo que hagas no logras tus metas o que no vas a llegar a cumplir tus sueños por estar por debajo de los otros, muy probablemente estés bajo los efectos de este síndrome. Te contamos de qué trata y cómo combatirlo:
¿Qué es el síndrome del impostor?
Pese a que en tu trabajo demuestras tu capacidad para cumplir con lo que te asignan, ¿estás convencido de que no mereces todo lo que has logrado? ¿Padeces de inseguridad crónica? Podrías sufrir un caso de síndrome del impostor/a.
El síndrome del impostor no es un trastorno con entidad clínica, es decir, no aparece descrito en ningún manual de diagnóstico médico, pero bajo este término se agrupan un conjunto de síntomas que pueden causar un importante malestar emocional. Hace referencia además a la incapacidad de algunas personas para interiorizar y atribuirse sus éxitos y sus logros.
En gran medida, quienes lo padecen argumentan que sus éxitos y sus logros son fruto de la suerte; están engañando a todos y viven con el miedo a que los descubran; es gracias a la coincidencia, o incluso son el resultado de la ayuda que les dieron otros. En pocas palabras, no se consideran capaces ni merecedores de lo que pudieran estar viviendo y/o recibiendo.
Los “impostores” (mayormente estudiantes y profesionistas) rechazan toda demostración de éxito y piensan que ese deben a la ‘mera suerte’. Asimismo, la gran mayoría de los casos se concentra en mujeres que además de que no se atribuyen sus logros por padecer el síndrome, son afectadas por la idea de la superioridad masculina.
Al respecto, en 2011 una Doctora estadounidense escribió un libro titulado: “The Secret Thoughts of Successful Women: Why Capable People Suffer from the Impostor Syndrome and how to Thrive in Spite of it” (Los pensamientos secretos de las mujeres exitosas: por qué las personas capaces sufren el síndrome del impostor y cómo prosperar a pesar de él) en el que categorizó los comportamientos relacionados con este síndrome en cinco grupos de personas:
- Los Perfeccionistas: El éxito para estas personas no suele ser satisfactorio, porque al ponerse metas tan altas, siempre piensan que lo podrían haber hecho mejor.
- Los Individualistas: Rechazan la ayuda. Sienten que si piden ayuda no demuestran lo que pueden hacer.
- Los Expertos: Suelen pensar que no han sido honestos en la selección y temen ser descubiertos.
- Los Genios Naturales: Se juzgan a sí mismos, se estresan y se agobian si no hacen las cosas con fluidez, rapidez y a la primera.
- Los Superhumanos: Se presionan para trabajar más duro y cumplir, a costa muchas veces de su salud mental y las relaciones con amigos, familia y parejas.
En algún momento de su vida, más de 70 por ciento de la población en el mundo ha padecido el síndrome del impostor; es decir, siete de cada 10 personas han creído que sus logros o triunfos son producto de “un golpe de suerte” o de la ayuda de los demás, pero no de su esfuerzo, capacidad, talento o creatividad. Es por esto que se considera algo lamentablemente común para todos.
¿Cómo puedes prevenir el síndrome del impostor?
Ya que es un problema general y común, diversas instituciones recomiendan lo siguiente para superar estos episodios de inseguridad:
- Reconoce y plasma por escrito tus sentimientos de “impostor” cuando surjan. Esto te ayudará a romper el ciclo de pensamientos negativos. Suele suceder que cuando los escribes, ves estos pensamientos desde otra perspectiva y puedes analizarlos mejor.
- Haz una lista de tus fortalezas. Llevar un registro de tus logros es una buena forma de recordarte que NO eres un fraude o un farsante. Cuando te sientas ansioso y mal contigo mismo, revisa tu lista. Los logros que quizá en algún momento no te parezcan importantes suelen adquirir mayor validez con un poco de tiempo y otra perspectiva.
- No postergues. Dejar las cosas para después solo empeorará tus sentimientos de ineptitud. Primero aborda las tareas difíciles para que, una vez que las termines, tengas una sensación de logro y fortaleza.
Es importante enfrentar estos problemas, pero también puede ser positivo tener algo del síndrome del impostor: conservas tu humildad y te concentras en mejorar tus hábitos.
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