“Mi única arma es el saxofón y bien agarrado del corazón. Es lo que me mantiene viva junto con mi familia y me permite visibilizar lo que le está pasando a María Elena”, fueron las palabras de María Elena Ríos, saxofonista oaxaqueña, quien se presentó este fin de semana en el Vive Latino para tocar junto con La Maldita Vecindad.
Pasaron dos años y medio para que María Elena volviera a tocar su saxofón frente al público luego de haber sido atacada con ácido en su casa de Huajuapan de León, Oaxaca.
Malena, como la llama su familia, acusa al ex diputado Juan Antonio Vera como el autor intelectual del ataque con el químico que le quemó las mejillas, boca, cuello, pechos, brazos y piernas.
En entrevista con Datanoticias, María Elena Ríos cuenta que regresar a los escenarios fue volver a sentir nervios pero de los que le gustan y no “de angustia” como los vividos desde el inicio de su proceso legal y de recuperación.
El día en que María Elena tocó en el Vive Latino
“Me siento muy agradecida con los de Maldita Vecindad porque son personas extraordinarias, muy humanas”, dice la saxofonista.
El primer acercamiento con el grupo fue el año pasado con la grabación del video para la canción “Chacahua”. En él aparece María Elena tocando el saxofón.
Fuerza, amistad, música, sanación ❤️🩹 juntos
Abrazando desde el amor la luz y la sombra de esta vida
Sublimando con creatividad los dolores
Celebrando la vida y la renovación de la primavera
Gracias @_ElenaRios por tu luz, corazón y fuerza
Y compartir tu arte. pic.twitter.com/VlhxJ7N5HF— Roco Pachukote (@rocopachukote) March 22, 2022
La presentación de este fin de semana fue sorpresa pues aunque la agrupación había compartido algunas fotos en sus redes sociales, ella no participó en la rueda de prensa y hasta momentos antes del concierto, Malena también publicó algunas fotos en su cuenta de Instagram.
La Maldita Vecindad le dio la bienvenida a María Elena quien apareció con un vestido color verde y tocando el saxofón.
La artista eligió este tono en su vestimenta porque “a mí me quisieron matar con ácido y quise hacer la analogía de que el verde ácido también me vuelve a la vida”, dice la saxofonista.
Además este color se ha convertido en representativo para las mujeres porque significa el derecho a decidir sobre sí mismas y sobre su cuerpo.
Este es uno de los mensajes que también quiso enviar María Elena pues está consciente de no ser la única quien ha sufrido violencia.
El llamado hacia las mujeres es que la lucha que encabeza no solo es por ella sino por todas para mantenerse unidas frente a las injusticias.
Hizo referencia a la pancarta con la que participó en la marcha del 8 de marzo con la frase: “Las mujeres somos tan poderosas que nos quieren ver desunidas”.
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María Elena asegura que su aparición en el concierto no se trata de protagonismos pues su agresor sigue libre pero también el de muchas otras mujeres víctimas de feminicidio y otros tipos de violencia.
Al describir sus sentimientos cuando volvió a pisar un escenario y tocar su instrumento, María Elena asegura que se sintió “infinita” a través de la música.
“Presentarme nuevamente en público es entregarme y sentirme viva. Es algo recíproco en lo que también me brindan de su energía para seguirme impulsando con los diferentes procesos porque son varios: el proceso legal, social, médico, emocional”, dice María Elena Ríos, quien usó un cubrebocas especial para tocar con el saxofón la canción Kumbala.
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