Hace más de 20 años, había grupos de personas quienes afirmaban que el año 2000 sería el fin del mundo y solo sobrevivirían quienes estuvieran mejor adaptados y preparados.
El padre de Tara Westover es uno de los miembros de estas comunidades quienes creían en estas ideas.
Por eso preparó a sus hijos a construir refugios con una selección de víveres y comida para sobrevivir al fin del mundo.
Durante varias noches les leía algunas escrituras de la Biblia que revelaban cómo solo quienes tuvieran fe en Dios y siguieran sus enseñanzas serían quienes sobrevivirían al “apocalipsis”.
Esta es la historia autobiográfica que Tara narra en el libro Una Educación para mostrar la forma en la que creció durante varios años cuando trabajó junto con su madre quien era partera para recibir a los niños que nacerían cuando solo unos cuantos hubieran quedado luego del fin del mundo y también con su padre en un deshuesadero de chatarra para construir un refugio.
El ejemplo de esta familia sucede en las montañas de Idaho donde Tara creció con la educación que le dio su mamá durante los primeros años y luego se enfrenta al reto de asistir a la universidad sin tener conocimiento de las dos guerras mundiales ocurridas en la historia moderna ni del holocausto judío.
Uno de los primeros retos fue tramitar su acta de nacimiento para entrar a la escuela cuando ni ella ni sus padres recordaban la fecha exacta de su cumpleaños. Tara solo recordaba que su nacimiento había ocurrido en el mes de septiembre y cada año elegía un día distinto para celebrarlo.
Algunos profesores de la Universidad de Cambridge, compañeros y algunos pretendientes son las personas quienes le dan a Tara las herramientas necesarias para ver, con otros ojos, el mundo que durante tantos años le escondió su padre.
En su primera consulta médica, cuando Tara ya había cumplido la mayoría de edad, se da cuenta que los medicamentos no son veneno para matar a la población y que su cartilla de vacunación está vacía luego de que su padre les infundiera a sus hijos las ideas sobre el “complot químico” de las farmacéuticas.
Son distintos sucesos los que hacen a Tara Westover darse cuenta de la importancia de tener una educación adecuada y lo fundamental que ésta misma venga de los padres y del entorno donde crecen los niños.
Tanto para cuestiones de salud como académicas y también para identificar situaciones de violencia normalizadas a las que Tara se enfrenta viniendo desde sus padres hasta sus hermanos y también a lo difícil que es romper con tradiciones arraigadas dentro de las familias durante varias generaciones.
“Pueden llamarlo transformación. Metamorfosis. Falsedad. Traición. Yo lo llamo una educación”, es la forma en la que la autora describe Una Educación, su primer libro.
Una Educación se vende en librerías como Gandhi, El Sótano, Porrúa y otras librerías de centros comerciales. Su costo es de 399 pesos y también está disponible en formato kindle a 119 pesos o en edición de bolsillo a 268.
Te puede interesar: