La pérdida de confianza en la vacuna contra Covid-19 de AstraZeneca está dando un giro en Europa. De acuerdo con una nota publicada por The Wall Street Journal, miles de trabajadores de la salud se niegan a recibir la dosis debido a las dudas sobre sus efectos secundarios y eficacia.
Ante la ausencia del personal de salud en las citas para recibir la vacuna contra Covid-19, las organizaciones y sindicatos optaron por señalar que médicos y enfermeras no estaban obligados a tener la dosis de AstraZeneca. Incluso reportaron casos de reacciones secundarias en quienes ya la habían recibido.
Algunos de los síntomas por efectos secundarios son dolor de cabeza, fiebre, fatiga y dolor muscular. Pero investigadores señalan que estas reacciones se interpretan positivamente, ya que significa que la vacuna está teniendo la respuesta inmunitaria deseada.
Aunque los médicos europeos no son obligados, políticos y científicos insisten en que deben recibir la inyección. De lo contrario, disminuiría las posibilidades de luchar contra la pandemia de Covid-19 en aquellos países.
“Nuestra vacuna se autorizó en más de 50 países en cuatro continentes. No se han confirmado eventos adversos graves asociados con la vacunación”, declaró uno de los portavoces de AstraZeneca que desarrolló con la Universidad de Oxford.
La vacuna de AstraZeneca contra Covid-19 ha demostrado una eficacia de alrededor del 62% en los resultados de los ensayos clínicos de última etapa del año pasado, señala la nota de The Wall Street Journal. Mientras hay otros datos sobre resultados al 70%, si las dosis se espaciaban más tiempo.
Sin embargo, los ensayos de todas las vacunas autorizadas, incluida la de AstraZeneca, encontraron que ofrecían una protección del 100 por ciento contra enfermedades graves, hospitalizaciones y muerte.
Many people can’t wait to get a Covid-19 vaccine. But doctors and nurses in Europe are balking at taking one developed by AstraZeneca. https://t.co/IXRHB2lhk5
— The Wall Street Journal (@WSJ) February 18, 2021
Vacuna AstraZeneca para los más jóvenes
A principios de este año, líderes de la Unión Europea exigieron que se entregaran más dosis contra Covid-19. Pero tras los inconvenientes llegaron las críticas. El mismo presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que la inyección era “casi ineficaz” para las personas mayores de 65 años.
Algunos gobiernos de Europa están optando por proporcionar esta vacuna contra Covid-19 a pacientes y trabajadores de la salud más jóvenes. El argumento es que hay poca eficacia en adultos mayores, a quienes se les administran inyecciones desarrolladas por Moderna Inc. y la alianza de Pfizer Inc. y BioNTech SE. Estas son las llamadas vacunas de ARNm.
“El personal médico necesita la vacuna más eficaz. Necesitamos mantener la vacuna AstraZeneca para los jóvenes y sanos. […] Exigimos firmemente que los médicos y dentistas privados sean con vacunas de ARNm“, pidió Jerome Marty, presidente de un sindicato francés de médicos.
Esta exigencia se ha visto respaldada en varios países. Por ejemplo, un grupo de 3 mil médicos italianos exigió en una carta al gobierno la semana pasada que reciban la dosis de ARNm.
Mientras que en Saarland, Alemina, las autoridades sanitarias reportaron que más de la mitad de los 200 profesionales sanitarios que debían recibir la inyección de AstraZeneca no se presentaron. En todo el país ya se han aplicado alrededor de 70 mil dosis, una baja cantidad a comparación de las 740 mil inyecciones a su disposición.
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