Una investigación reveló que los censos que se llevaron a cabo para la entrega de todos los programas sociales de la Cuarta Transformación, no siguieron una metodología clara y las preguntas no reflejaron si los apoyos llegaron a las personas que realmente lo necesitaban.
En el caso de los jóvenes que fueron encuestados para incorporarse al programa de becas Jóvenes construyendo el Futuro, se omitieron detalles tan importantes como su edad.
Tampoco se les preguntó cuál era su área de interés o en dónde deseaban trabajar. Esto es relevante porque durante los primeros meses de operación, jóvenes que recibieron la beca, no realizaron las actividades que corresponden con su preparación o su experiencia.
Algo similar ocurrió con los adultos mayores, pues el único criterio para la entrega del apoyo era que los beneficiarios tuvieran más de 68 años, aunque no se incluían otros detalles como si dependían económicamente de otra persona, o si tenían ingresos adicionales.
Este censo es el primer criterio que determinará quienes serán los beneficiarios de los programas de apoyo ante la emergencia sanitaria por coronavirus, ya que en los próximos meses se entregarán 25 mil millones de pesos en programas sociales emergentes.
El inicio de los censos comenzaron tres meses después del inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador y 18 mil personas fueron las encargadas de realizar los censos, aunque tampoco se detallaron los criterios para seleccionarlos, a diferencia de otras encuestas nacionales, como en el caso del Censo de INEGI. Los llamados “Servidores de la Nación” ahora dan seguimiento a la entrega de los apoyos.
Sin embargo, la selección de personal levantó críticas ya que se decía que además de realizar las encuestas, este personal se encargaba de promover el voto a favor de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con The Associated Press, una cuarta parte de los “Servidores de la Nación” estaban registrados como militantes de Morena. Además, el pasado 27 de diciembre, el INE reveló tras una investigación que un grupo de personas que aplicaron las encuestas promovieron al actual presidente Andrés Manuel López Obrador durante las elecciones a cambio de la entrega de programas sociales, lo cual es un delito.
En una investigación presentada por El Universal, las preguntas que el cuestionario incluía eran ambiguas y no servían para reflejar la condición económica o las necesidades específicas de las personas encuestadas.
La Secretaría de Bienestar presentó un documento en el que explica la metodología que se llevó a cabo durante el censo, aunque las respuestas de la institución fueron poco claras. Los aspectos cuestionados fueron el objetivo, diseño del estudio, lugares donde se levantó, periodo, estrategia y personal que recabó la información.
El segundo documento entregado fue el cuestionario que se aplicó directamente en campo, pero este reveló que el estudio no fue diseñado con asesoría técnica. Las preguntas no muestran cómo debían ser aplicadas por el encuestador: si cuenta con el dato del potencial beneficiario o basta con que alguien que se encuentre dentro de la vivienda puede responder en su lugar. Tampoco se reveló si existe un manual de operación específico
Finalmente tampoco se detalla quienes eran las personas que responderían las preguntas, si un solo miembro puede hablar en nombre de todos los integrantes de un hogar. Además, el cuestionario no permite identificar plenamente a las personas que respondieron.
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