China reveló este 17 de abril que los números de muertos y contagiados de coronavirus es más alto de que habían estado reportando. Algo que ya se había especulado en todo el mundo desde que el brote alcanzó su punto máximo en ese país a mediados de febrero.
La idea de que China oculta información importante sobre el Covid-19, detectado por primera vez en su territorio, sigue presente. Y entre esos detalles sin conocer estará el origen del virus.
El 14 de abril el columnista de The Washington Post (TWP), Josh Rogin publicó un texto en el que deja ver que Estados Unidos ya vigilaba las investigaciones de China con respecto al virus del SARS que se conoció en 2003.
Entre 2017 y 2018, detalla Rogi, funcionarios de la embajada de Estados Unidos en China visitaron el Instituto de Virologia de Wuhan y alertaron sobre fallas en la seguridad de las instalaciones.
En las visitas al complejo, se detectó que los investigadores trabajaban en estudiar una comunidad de murciélagos traídos de una cueva de la provincia de Yunnan. Los datos indican que estos especímenes estaban relacionados con el origen del SARS.
Los resultados de esas visitas son públicos y se encuentran albergados en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de EU, las puedes consultar aquí -> https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5708621/
Estados Unidos, detalla el artículo de TWP, alertó a China de que no tenían la seguridad necesaria para llevar a cabo esos experimentos. El objetivo de esos trabajos, excusaron, era poder encontrar esquemas de prevención de otros brotes similares.
La comunidad científica mundial concuerda que el coronavirus no pudo ser sintetizado en un laboratorio, pero la evidencia muestra que China oculta información que pueda dar claridad al origen del virus.
Médicos, especialistas, investigadores y periodistas que comenzaron a alertar sobre una posible pandemia cuando los casos de infectados crecían en Wuhan fueron reprendidos por “difundir rumores”, explica TWP.
El 14 de enero el gobierno chino habría recibido información de que el virus era altamente contagioso. Sin embargo, se optó por dar un mensaje que el riesgo era bajo y al día siguiente eso fue lo que dijo Li Qun, Jefe del Centro de Emergencia para el Control de Enfermedades a toda la población en un boletín televisivo en cadena nacional,
Fue hasta el 20 de enero que revelaron el verdadero ritmo de contagio del coronavirus, ya cuando Wuhan estaba completamente en cuarentena.
Semanas después del brote, la prensa internacional también señaló a China de bloquear entrevistas, esconder cifras y evadir los cuestionamientos sobre el virus. Pero el problema vino después cuando se esparció por Asia, Europa y consecuentemente al resto del mundo.
Si bien, China hizo públicos los archivos del genoma del coronavirus para que el mundo pudiera y contribuir a encontrar una cura, la información detallada sobre la zona cero, Wuhan, sigue bloqueada.
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