Las mascotas, principalmente perros y gatos, son parte de nuestra vida. Pasar tiempo a su lado y cuidar de ellos puede convertirse en una experiencia de aprendizaje y descubrimiento sobre el amor y la compañía de los animales.
También son un apoyo para el desarrollo cognitivo de niños y niñas desde muy pequeños.
Sin embargo, al igual que las personas, las mascotas son portadoras de gérmenes y bacterias. Algunos artículos de internet frecuentemente cuentan casos sobre muertes de personas contagiadas por sus propios perros o gatos, pero ¿qué tan verídica es esta información?
Las enfermedades más habituales como moquillo y parvovirus no son transmisibles, según lo establecido por expertos en veterinaria. Los humanos desarrollan enfermedades contagiadas por animales mediante mordeduras, arañazos o el contacto con excremento, saliva y caspa.
Los perros pueden transmitir garrapatas y lombrices; leptospirosis, una infección que en los caninos genera vómito, temblores, tos y diarrea, mientras que en las personas genera síntomas similares a la anemia; sarna, que es el picor y erupciones en la piel, y rabia, una de las pocas que si no es atendida puede provocar la muerte.
Para evitar poner en riesgo tu salud y la de tus animales, debes ser cuidadoso con tus hábitos de higiene. Principalmente en los niños, quienes son más vulnerables a estas enfermedades.
Busca atención veterinaria de rutina para desparasitar y vacunar a tus mascotas. Aliméntalos con comida para perros y agua limpia.
Lava tus manos con agua y jabón después de tener contacto con las heces y comida de tus perros, más si estás por ingerir alimentos.