La familia del estudiante que murió a causa de una bala perdida generada en un tiroteo de Guanajuato decidió cumplir la última voluntad del joven, por ello donó sus órganos.
Arturo Humberto Martínez Cervantes tenía 19 años, era alumno de la Universidad Politécnica de Guanajuato (UPG) campus Cortázar y cursaba el cuarto cuatrimestre de Ingeniería en Tecnologías de Manufacturas.
Al salir de clases iba a abordar el transporte público para regresar casa cuando repentinamente cayó herido por el impacto de una bala perdida en la cabeza.
En una entrevista realizada por El Universal, se explica que el director del Centro Estatal de Trasplantes (CETRA) del estado, Rodrigo López Falcony, señaló que a causa de que la bala ocasionó que el corazón del joven se detuviera, no pudo ser considerado para donar sus órganos, pero si sus tejidos de músculo y córneas.
Agregó, que “las corneas de Arturo devolverán la vista a dos personas y sus tejidos serán utilizados para hacer hueso en polvo, ligamentos y para remplazar segmentos óseos completos, lo cual beneficiará a más de 100 pacientes”.
No obstante, aclaró que aún se desconoce a las personas que serán acreedores a mencionados órganos ya que se tiene que estudiar la compatibilidad con los candidatos quienes están en una lista integrada por todos los hospitales de la entidad.
López Falcony, también explicó que la decisión tomada por la familia surgió a partir de que Arturo compartiera con su madre que “si en algún momento le pasaba algo, quería donar sus órganos”, situación que ella recordó cuando le fue notificada la muerte de su hijo y ahora hará cumplir.
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