Hace dos días, una familia de la CDMX, conformada por cinco integrantes, fueron localizados por agentes policiacos, luego de haber sido reportados como desparecidos.
De acuerdo con los primeros reportes de seguridad, la familia proveniente de la Ciudad de México, llegó para vacacionar a Tuxpan (ubicado al norte de Veracruz) el pasado 22 de julio de este año, se hospedaron en un hotel de la ciudad, y su salida fue registrada el 24 del mismo mes. A partir de ese momento, quedó desconocido su paradero.
Tras dos días de búsqueda y sin recibir noticia alguna, los familiares de estas cinco personas, alertaron a la Fiscalía General del Estado (FGE) de la desaparición, razón por la cual, se implementó un protocolo de búsqueda y rescate, que consistió en realizar investigaciones especializadas en centros comerciales, moteles, hoteles y hospitales. Como resultado de estas diligencias, se obtuvo que dicha familia fue secuestrada ya que fueron encontrados en la habitación de un hotel distinto a donde se habían hospedado.
Al ser entrevistados para emitir su declaración, la familia dijo que, mediante una agresión telefónica, dos sujetos les ordenaron desalojar el primer hotel donde se encontraban debido a que había un operativo en donde participaba gente armada y qué debían pagar una cuota a un cartel de la Delincuencia Organizada si no querían que los dañaran.
A esto agregaron que, en un primer momento, se les obligó a pagar la cantidad de 20 mil pesos en una cuenta bancaria. Posteriormente, los delincuentes exigieron más dinero, logrando que sus otros familiares, desde la CDMX, depositaran la cantidad total de 305 mil pesos en diversas cuentas.
Actualmente, la FGE continúa con las investigaciones para esclarecer los hechos.
Así secuestran en hoteles
El secuestro en hoteles es un riesgo que se da en todo México. Las autoridades de justicia han corroborado en distintos operativos que, diversos de estos sitios son utilizados como centro de trata de personas, filmación de encuentros íntimos, escondites para narcomenudistas o bien para realizar secuestros exprés, en donde a las víctimas se les piden grandes cantidades de dinero a cambio de su bienestar y libertad.
De acuerdo con los afectados de este delito, existen dos modus operandi para llevar a cabo un secuestro en los hoteles.
En el primero, los testimonios indican que cuando los inquilinos están en la habitación suena el teléfono repetidas veces hasta que deciden contestar. La voz al otro lado de la línea les explica que hay un grupo de personas armadas afuera del cuarto y que los van a matar si no les entregan una suma de dinero y algunas pertenencias.
Los extorsionadores les dan un número de cuenta para que les sea depositado el dinero y les advierten que si llaman a las autoridades ellos lo sabrán y en cuanto vean a un oficial entrar al hotel los asesinaran.
Las víctimas deben contactar a sus familiares para conseguir el monto de efectivo acordado. Este secuestro dura entre tres y cinco horas, de acuerdo con testimonios de afectados que fueron entrevistados por El Diario de México, El Universal y Excélsior.
La segunda forma de secuestro igualmente se hace vía telefónica, pero esta vez el discurso que dan los delincuentes es que son policías encubiertos quienes están realizando un operativo en el edificio.
Para ello, se les pide a los inquilinos vestirse lo más rápido posible y esperar que un oficial los lleve al Ministerio Público para que los puedan dejar libres, ya que es un supuesto trámite de rutina.
Los secuestradores portan un uniforme falso de policía y conducen a las víctimas a camionetas sin placas. Ahí comienza el secuestro. Se les piden contactar a sus familiares para conseguir dinero mientras el vehículo, con las ventanas tapadas, recorre la ciudad para desorientar a los secuestrados.
Si el dinero llega a los delincuentes, despojan de sus pertenencias a las víctimas y las abandonan en un sitio al azar, En caso, de que los captores no reciban alguna cantidad monetaria, los perjudicados suelen ser golpeadas, abusados y abandonados.
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