La celebración del Año Nuevo es una recurrente en diversas culturas. No todas concuerdan en la misma fecha, pero sí en la idea de que se trata del cierre de un ciclo en el cómputo de los días en el calendario de cada civilización.
A nivel general, el mundo utiliza el calendario gregoriano, promovido en el Siglo XVI por el papa Gregorio XIII. Este consta de años conocidos como trópicos, con una duración de 365.25 días cada uno y un año bisiesto cada 4 años, de 366 días.
En el calendario gregoriano, el Año Nuevo se celebra el 1 de enero. Pero, por ejemplo, en China usan otro tipo de calendario basado en el ciclo de la Luna.
Para la cultura china, el Año Nuevo se celebra en la segunda luna nueva después del solsticio de invierno, que para ellos marca el inicio de su calendario. Normalmente, esto ocurre entre el 20 de enero y 21 de febrero en el sistema gregoriano.
El Año Nuevo mexica ha sido una controversia por varios siglos
Para el caso de la cultura mexica, el cómputo de los días era más exacto que el sistema gregoriano.
La Piedra del Sol, conocida popularmente como “Calendario Azteca”, muestra que para evitar problemas con los años bisiestos, los mexicas y otras culturas mesoamericanas optaron por años conformados de 18 meses de 20 días cada uno.
Para adecuar sus calendarios de manera exacta a los 365 días que la Tierra completa una vuelta al Sol, las culturas mesoamericanas agregaron una especie de “mes corto”, de cinco días. Así, todos los ciclos serían iguales y precisos.
Ahora bien, la distribución de los meses y días era casi la misma en cada cultura. Lo que variaba era la fecha en que las civilizaciones daban inicio a su calendario.
En el caso de los mexicas, no se sabe con precisión cuándo comenzaba su calendario. Y no es porque su conteo o la Piedra Solar no hayan sido interpretados correctamente, sino por los errores del sistema gregoriano.
Las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún apuntan a que el Año Nuevo de los mexicas comenzaba el 2 de febrero, según lo que los propios indígenas le dijeron:
“En Tlatelolco junté muchos viejos, los más diestros que yo pude haber, y juntamente con los más hábiles de los colegiales, se altercó esta materia por muchos días, y todos ellos concluyeron que comenzaba el año [en el] segundo día de febrero”.
Hasta ahí todo parece claro, el Año Nuevo de los mexicas parecería arrancar en el Día de la Candelaria en la tradición cristiana y eso fue lo que se creyó por mucho tiempo.
Pero a lo largo de los siglos, el calendario gregoriano tuvo muchos ajustes, se eliminaron días para hacerlo coincidir con el movimiento de los astros y las estaciones, además de los problemas que significó volver a ordenar los años bisiestos.
Las fechas que aparecen en los textos de Fray Bernardino de Sahagún y en otros documentos históricos quedaron en cierto modo obsoletas y no hay otros testimonios que puedan ayudar a poner orden.
Con el paso de los años, historiadores y analistas han tratado de corregir el desfase de tiempo, pero diversos autores entre el Siglo XVII y XVIII descontextualizaron gran parte de la de por sí escasa documentación que existía sobre cómo los mexicas medían el tiempo.
¿Entonces cuando es el Año Nuevo mexica?
Realmente no hay una fecha exacta. No hay documentos suficientes que permitan establecer un día en particular.
La mayoría de cronistas de la época mencionan el 2, 12, 13 o 23 de febrero como las fechas en que inicia un nuevo ciclo para el calendario mexica, ya con todas las adecuaciones surgidas del sistema gregoriano. Otros escribieron que podría ser el 11, 12 o 21 de marzo.
La Piedra Solar es tan precisa que el conteo podría comenzar en cualquier día y su ciclo no quedaría afectado.
Actualmente, los grupos que practican la tradición mexica y algunas comunidades nahuas celebran el inicio de un nuevo ciclo el 12 de marzo y esto ha sido aceptado a nivel general.
¿Y como lo celebraban en la antigüedad?
Este es otro gran misterio. Si bien, hay algunos textos de la Conquista que hablan sobre las tradiciones indígenas, son muy contadas las menciones que hay sobre cómo celebraban el inicio de un nuevo año.
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indican que se hacía una fiesta en honor del Dios del Fuego, Xiuhtecuhtli, quien en la tradición mexica era el encargado de la regeneración del Mundo.
Cada celebración de Año Nuevo, por así decirlo, era más grande que la anterior, hasta que se alcanzaban los 52 años que marcaban el cierre de un ciclo en la Piedra del Sol y se hacía la gran ceremonia del Fuego Nuevo, que tenía lugar en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa.
“Con el Fuego Nuevo se apagaban todas las luces de México -Tenochtitlan y entonces esperaban la culminación de las ‘Pléyades’ o ‘Siete cabrillas’ en el cenit, señal de que nacería un nuevo sol. Cada año debió ser una especie de reminiscencia de este hecho”, comentó la doctora Yólotl González Torres, del INAH, en artículo un sobre el tema.
En el Año Nuevo de los mexicas, los sacerdotes ofrendaban fuego a sus ídolos. Se hacía una fiesta en la ciudad en la que se repartía comida y se hacían danzas. También se sabe que había especie de “bautizó” de los niños, a quienes les perforaban las orejas y les daban pulque para beber.
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