Los cigarros en México serán más caros a partir de enero de 2022. El precio que tendrá cada cajetilla todavía no se ha dado a conocer. Las tiendas y consumidores están a la espera de que las marcas envíen las listas con los nuevos costos para saber a cuánto asciende el incremento.
Sin embargo, no importa cuánto sea el precio final de cada cajetilla, ya que el aumento no es suficiente para absorber los enormes costos que las instituciones públicas de salud destinan a la lucha contra el tabaco.
De acuerdo con datos de la Cámara de Diputados, en 2020 se recaudaron 43 mil millones de pesos provenientes del impuesto a los cigarros, pero se destinaron más de 75 mil millones en campañas de prevención y atención a enfermedades relacionadas con su consumo.
En otras palabras, el tabaquismo representa un enorme agujero en las finanzas públicas de México y de todo el mundo en general. Subir paulatinamente los precios no resolverá el problema en el corto o mediano plazo y esto ocurre en la mayoría de los países.
Aumentar el precio de los cigarros no sirve si no se aplican otras estrategias
El incremento del impuesto a cigarros es un avance para cualquier nación comprometida con la lucha contra el tabaquismo, de acuerdo con expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero no tiene mucho sentido si no se complementa con otras acciones que ayuden a reducir el consumo y la exposición que tiene este producto a la sociedad. Esto se explica de manera sencilla en el protocolo MPOWER de la OMS, cuyas siglas en inglés significan:
- Monitor: Vigilar el consumo de tabaco.
- Protect: Proteger a la población del humo de tabaco.
- Offer: Ofrecer ayuda para dejar de fumar.
- Warn: Advertir de los peligros del tabaco.
- Enforce: Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
- Raise: Aumentar los impuestos al tabaco.
El protocolo MPOWER se elaboró con la idea de que no es viable prohibir la fabricación de cigarros de manera tajante. Hay diversos factores económicos y sociales que quedarían devastados si esto ocurriera.
La mejor manera de combatir las enfermedades del tabaco, por ahora, es alejar a los más jóvenes de esta droga, proteger a los no fumadores y ayudar a los consumidores actuales a recapacitar sobre el daño que le hace a su cuerpo todos los químicos que inhalan.
Informes internacionales señalan que el consumo de tabaco está relacionado con cuatro de las 10 principales causas de muerte en el mundo y todas ellas se pueden prevenir simplemente con evitar los cigarrillos.
Por qué si es más caro fumar la gente no lo deja
En México el aumento al precio de los cigarrillos no ha marcado una diferencia notable en el número de consumidores. Los informes más recientes hablan de hasta 17 millones de personas fumadoras en el país entre 2020 y 2021. Dos millones más que en 2016.
¿Por qué si las cajetillas aumentan cada año, la gente no deja de fumar? La respuesta es simple: pasaron de tener un hábito a una adicción.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 indican que, en promedio, una persona fumadora en México puede llegar a consumir hasta seis cigarrillos diariamente. Algunos, incluso, pueden acabarse una cajetilla en menos de 24 horas.
Más de la mitad de las personas fumadoras, menciona la encuesta, señalaron que intentaron dejar los cigarrillos en más de una ocasión, pero no se sienten con la fuerza para lograrlo. Este es un síntoma distintivo de una adicción.
La mayoría de las personas fumadoras en México iniciaron su consumo durante su adolescencia, entre los 12 y 17 años.
Algunas de las causas más comunes, a nivel general, por las que las personas fuman en su juventud es para tener una apariencia más madura o atrevida entre su grupo de amigos, presión social o por un hábito aprendido en casa.
Conforme crecen, las personas fumadoras adoptan una necesidad constante de consumir un cigarro en cualquier momento. Hay ocasiones en que también desarrollan un efecto placebo en el tabaco los hace sentir menos estresados.
La necesidad de nicótica en su cuerpo es tan grande que el precio de los cigarros no suele ser un impedimento. La gran variedad de marcas y productos permite que haya cajetillas accesibles a casi cualquier bolsillo, tanto en el mercado regulado como en el pirata.
El consumo de tabaco causa la muerte de la mitad de las personas que lo consumen, señala la OMS. Cada año, provoca la muerte de 8 millones de personas, de las cuales 1.2 millones ni siquiera eran fumadoras, sino que estuvieron expuestas al humo ajeno.
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