¡Que me parta un rayo! Seguramente alguna vez haz utilizado esa expresión, pero en realidad, pocos desearíamos ser dañados por uno de estos fenómenos naturales. Quienes han pasado por esta situación y han vivido para contarlo quedan marcados por unas extrañas figuras.
Las figuras de Lichtenberg, también conocidas como “árboles de luz” o “flores del rayo” son cicatrices en forma de raíz color rojo que quedan sobre la piel de las víctimas que han sufrido descargas eléctricas producidas por un rayo. Se forman cuando los vasos capilares bajo la piel se rompen por el impacto de dicha descarga.
Éstas no aparecen instantáneamente, se ven a pocas horas del incidente, algunas llegan a desparecer después de unos días, sin embargo, otras se quedan de por vida dependiendo del impacto del rayo en la persona. Tienden a presentarse en la parte superior del cuerpo.
Su nombre se da en honor al físico alemán George Christoph Lichtenberg, quien descubrió este patrón cuando experimentaba con electricidad estática.
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (DCD por sus siglas en inglés), las posibilidades de que una persona sea alcanzada por un rayo son de una entre 750 mil personas. La mayoría de las víctimas suelen ser los niños y jóvenes entre 15 y 34 años que trabajan o participan en actividades regularmente al aire libre.
Medidas para protegerse de los rayos
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades recomienda:
Estando al interior de una casa, oficina, establecimiento
- Evitar están en contacto con el agua.
- No hacer uso de los equipos electrónicos como computadora, videojuegos, secadora, etc.
- Evitar los teléfonos con cable.
- No se acercarse a las ventanas ni puertas.
Estando al aire libre
- Buscar un refugio inmediatamente. Preferentemente un lugar cerrado de cuatro paredes y techo sólido.
- No quedarse en estructuras abiertas.
- Por ningún motivo resguardarse debajo de un árbol.