Un usuario de Twitter que asistió al partido de Santos frente a Juárez grabó y compartió un video en el que una mujer vende vasos con sobras de la cerveza.
Ocurrió el domingo 28 de julio en el estadio Territorio Santos Modelo, en la ciudad de Torreón del estado de Coahuila.
En las imágenes se observa como una vendedora vacía sobrantes de cerveza en una barrica y después rellena otros vasos con el líquido acumulado para venderlos nuevamente.
El domingo Santos ganó tres a cero a Bravos de Juárez, pero poco importó eso tras la difusión del vídeo que generó reacciones de asco e indignación principalmente.
Hasta el momento el Club Santos, La Liga Mx, ni Grupo Modelo, patrocinador del estadio y del equipo, no se han pronunciado al respecto.
El riesgo de las bebidas abiertas
En este caso particular, el mayor problema con la venta de residuos de cerveza mezclados es la gran cantidad de bacterias que puede contener.
Es imposible saber si alguien enfermo bebió de uno de los vasos recolectados o si escupió dentro de él. Las posibilidades de una infección son altísimas.
De acuerdo con datos de la Profeco, más del 40% de las bebidas alcohólicas en México están adulteradas.
Muchas de estas, son servidas en vasos, jarros y copas; y el consumidor nunca sabe el origen ni ve la botella de donde se sirvió.
La Cofepris recomienda a los consumidores nunca tomar bebidas de botellas abiertas o cuyo origen no conozca.
En la cerveza la alteración más conocida es la llamada “rebajada”, en la que al líquido se le añade agua para que los vendedores tengan más rendimiento del producto. Esta práctica es común en bares clandestinos, eventos deportivos y chelerías.
En bares y antros también se han dado casos de presencia de drogas somníferas o estupefacientes en todo tipo de bebidas. Esta práctica se utiliza con el fin de robar, secuestrar y abusar de las personas.
La UNAM da las siguientes recomendaciones para el consumo seguro de este tipo de productos:
- Comprar bebidas alcohólicas en establecimientos que emitan nota o factura.
- Revisar la etiqueta (correctamente colocada en el envase) y la información comercial de la bebida en cuestión (denominación o nombre, datos del fabricante, país de origen, porcentaje de alcohol, contenido neto, sello del organismo certificador, etcétera).
- Revisar el envase de la bebida, el cual debe corresponder con la marca y tipo de la bebida que se incluye en la etiqueta.
- Verificar que la tapa del envase esté completamente cerrada y que no se filtre el contenido del envase.
- Cuando son bebidas producidas en masa, comprobar que éstas tienen el sello de calidad gubernamental puesto adecuadamente.
- En caso de haber consumido una bebida específica con anterioridad, paladear para buscar variaciones en el sabor de la misma.
- En caso de adquirir bebidas alcohólicas en bares y centros nocturnos, la bebida debe ser abierta en presencia del consumidor (quien debe haber revisado previamente el envase y sus elementos de seguridad).
- Si el precio en el que se oferta la bebida alcohólica difiere en un monto considerable con otros establecimientos, se debe tener cuidado y verificar exhaustivamente su procedencia.