Quienes estudian una carrera en la universidad lo hacen para desarrollarse profesionalmente y tener buen nivel de vida.
La realidad es que a pesar de estudiar una licenciatura no hay buenas opciones laborales.
Incluso, egresados de más de 30 años no encuentran un buen empleo.
De los alumnos que terminan la preparatoria, el 45% empieza una carrera universitaria durante los cuatro años siguientes, el 14% un curso que exige un título para egresar y el otro 14% llega hasta un grado superior como maestría o posgrado.
Por ejemplo, en España de los jóvenes que sólo estudian la educación obligatoria, casi el 30% van a la universidad.
Pero hay un sector que cree que no es necesario para obtener un buen desarrollo social y económico debido a que hay actualizaciones en sus estudios.
Por esa razón fueron creadas las escuelas de Formación Profesional, las cuales ofrecen carreras técnicas y la obtención de un título para encontrar trabajo de inmediato.
“Todo el mundo tiene derecho a ir a la universidad, pero eso no significa que todo el mundo vaya”, sostiene Francisco de Asís Blas Aritio, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
El aumento de los jóvenes con título universitario en solo una década también ha causado una reducción entre las diferencias de salario entre ellos y quienes solo terminaron la preparatoria.
Con esas diferencias, las opciones son tomar cursos cortos de formación profesional que los preparan para el mundo laboral.
En el caso de México, hay aproximadamente 478 mil personas con licenciatura o posgrado que no logran colocarse en el mercado laboral, de acuerdo con datos del Portal del Empleo.
Incluso algunos egresados han optado por dedicarse a la docencia y así compartir parte de sus estudios de licenciatura.
Algunos aseguran que también es una oportunidad para ejercer distintos roles profesionales.
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