Si has pensando en defenderte de algún criminal, puedes pasar de ser la víctima a ser el agresor, algo que en el Edomex y la CDMX está penado.
Muchos habitantes se preguntan en qué casos puedes argumentar legítima defensa o hasta qué punto se puede colaborar, como ciudadano, en la detención de un criminal sin que te persigan, acusen, detengan o procesen por ello.
Cómo aplica la ley cuando se hace justicia por propia mano
La defensa propia en nuestro país es un tema muy debatido entre los legisladores de las 32 entidades. Cada estado del país tiene sus propios lineamientos para juzgar este tipo de actos, aunque sí existe un Código Penal Federal, el cual es tomado como base para las leyes locales.
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Para este caso en específico nos centraremos en lo que dice la ley respecto al linchamiento de criminales:
Al ejercer justicia por propia mano, las víctimas pasarían a ser agresores, pues estarían cometiendo el delito de lesiones en grado dolosas e inclusive podrían llegar a incurrir en el de delito homicidio en grado de tentativa.
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En el Artículo 66 del capítulo IV Casos de Exceso en la Legítima Defensa, de Estado de necesidad y de imputablidad disminuida del Código Penal del Estado de México, se establece que “A quien se excediere en los límites señalados para la defensa o la necesidad, porque el daño que iba a sufrir era fácilmente reparable por medios legales o era de menor magnitud que el que causó.
O bien por no haber tenido necesidad racional del medio empleado, se le impondrá prisión de seis meses a siete años y de treinta a noventa días multa, sin que en ningún caso la pena exceda de las dos terceras partes de la que correspondería al delito simple”.
En el caso del ámbito federal, el Artículo 16 del Capítulo IV Causas de Exclusión del Delito determina que “en los casos de exceso de legítima defensa o exceso en cualquier otra causa de justificación se impondrá la cuarta parte de la sanción correspondiente al delito de que se trate, quedando subsistente la imputación a título doloso”.
Cómo aplica la defensa propia
La desesperación de la sociedad ha generado que se popularicé la idea de tomar justicia por propia mano para poner un alto a los criminales que gozan de impunidad. Si alguna vez te has planteado la idea de matar a alguien, golpear o defenderte de alguien, estos es lo que puede pasar si alguna vez lo haces:
Al respecto, el Doctor en Derecho, Erik Rauda explicó en su canal de YouTube que la legítima defensa “sólo procede cuando no hay otra opción. Además debe ser proporcional. Hay que medir el nivel de respuesta. Si agreden tu patrimonio, no debes defenderte quitándole la vida al delincuente”, señaló.
Actuar en legítima defensa NO significa que lo que hiciste no sea considerado como una conducta ilícita. Matar a otro ser humano está previsto en el Código Penal. Lo que se busca con la justificación es evitar que se aplique una pena de prisión para quien se defendió. Es decir, que tu actuar ilícito quede exento, en pocas palabras, matar a una persona sin sanción alguna.
“El Estado es el encargado de generar el orden y la paz social no puede garantizar por completo tu seguridad, por ello se ve en la necesidad de permitir a los ciudadanos utilizar la legítima defensa en casos especiales y bajo ciertas condiciones”, resalta Rauda.
Esto es más complejo de lo que te imaginas. Para empezar sólo puedes decir que estabas defendiéndote cuando estás repeliendo una agresión actual, real o inminente. Pero si no hay agresión real, no hay defensa. Esto es más cercano a un acto de venganza, un linchamiento, lo que sí será sancionado penalmente.
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La defensa deber ser de una agresión sin derecho ni provocación, como en una balacera entre policías y delincuentes, los policías están actuando en defensa legítima y si bien los delincuentes pueden estar actuando también en defensa, esta es considerada ilegítima.
Pero no basta con repeler una agresión actual, real e inminente, sin derecho y sin provocación de por medio. También debe haber la necesidad de defensa, es decir que solo procede cuando no hay otra opción. Además debe ser proporcional, pues debes medir tu nivel de respuesta a la agresión.
Si alguno de estos requisitos que exige la ley para justificar lo que hiciste no se cumple, estarás metido en un grave problema. Más si se trata de homicidio.
Cuando ya no hay más alternativas
La Abogada Penalista, Andrea Olvera Salazar, explicó en entrevista para Datanoticias existe un término denominado “Estado de Emoción Violento”, que son los momentos donde el juicio de una persona se nubla y se activa su sistema de sobrevivencia.
Cuando una persona entra en este estado, no piensa claramente, lo que es algo común en situaciones de alto estrés y peligro. Pero se debe probar con evidencia que el ciudadano o la víctima entró en este shock para justificar sus actos.
También, debes tomar en cuenta que ante cualquier homicidio, las autoridades tienen la obligación de remitir a los presuntos sospechosos al Ministerio Público, para esclarecer los hechos. Esto no significa precisamente ser sentenciado inmediatamente, sino que hay prisión preventiva mientras se realiza el proceso de investigación.
La importancia de las circunstancias
Otro tema en el que existe confusión, es cuando los ciudadanos se defienden con armas de fuego propias, pero no tienen permiso para portarlas. En este caso quizá se pueda probar usar el arma para matar a otra persona en defensa propia, pero aún se deberá responder por la portación ilegal de la misma. Esto implica un crimen de posesión ilegal, el cual está penado por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Por esta razón, la Abogada Salazar opina que la defensa propia en México aún tiene mucho vacíos legales. Las autoridades deben ser más eficaces para determinar los elementos que puedan probar un acto legítimo de defensa, puesto que hay ciudadanos que pasan hasta un año en prisión preventiva mientras se realizan las investigaciones.