En 1972, se publicó el libro Limits to Growth (Los Límites del Crecimiento) el cual es producto del trabajo de un grupo de científicos que elaboraron una compleja serie de cálculos matemáticos para estimar el punto en el que el crecimiento de la población, la industrialización, la contaminación y desarrollo tecnológico llevarían al colapso de la sociedad.
Los resultados arrojaron que entre las décadas de 2020 y 2030 se llegaría a un punto en que el crecimiento exponencial de la población terminaría por rebasar los recursos naturales limitados de la Tierra.
Recientemente, Gaya Herrington, directora de servicios de sostenibilidad de KPMG y asesora de la organización The Club of Rome (Club de Roma), realizó una extensa revisión a las estimaciones presentadas en Limits to Growth, llegando a la conclusión de que los peores escenarios planteados en 1972 están sucediendo ahora mismo y si no se hace algo para revertirlo, el anunciado colapso de la sociedad llegará al rededor del año 2040.
Las advertencias que no escuchamos
The Club of Rome y el origen del estudio
Para comprender las ‘predicciones’ deLimits to Growth hay que explicar un poco sobre la propia historia del libro.
Todo inicia con The Club of Rome, una organización internacional creada en 1968 y cuyo objetivo es abordar las múltiples crisis que enfrenta la humanidad y el planeta, especialmente el crecimiento de la población y el medio ambiente.
De acuerdo a su página web, este grupo tiene entre sus prioridades cinco áreas clave de impacto: Emergencia climática-planetaria, Recuperación y Reestructuración de la Economía; Repensar las Finanzas; Nuevas Civilizaciones Emergentes y Liderazgo Juvenil.
Para la década de 1970, The Club of Rome solicitó el apoyo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para elaborar un estudio sobre el impacto del crecimiento de la población en el medio ambiente.
De esta manera, la organización financió a un grupo de expertos del MIT, liderados por Dennis Meadows, su esposa Donella Meadows, Jørgen Randers y William W. Behrens III.
Para ese tiempo, Dennis y Donella Meadows, así como Jørgen Randers, trabajaban con un programa computacional que ellos mismos crearon, conocido como World3, que permite hacer ‘predicciones’ de modelos sociológicos, a partir del cálculo de variables.
La manera en que opera World3 es demasiado compleja, por lo que habitualmente sus creadores lo describían en entrevistas como un potente simulador de la sociedad.
The Club of Rome le hizo saber a los expertos del MIT sobre el estudio que buscaban elaborar y fue así que el equipo comenzó a trabajar. Además de los cuatro investigadores ya mencionados, participaron otros 17 profesionales.
Limits to Growth y la terrible predicción
Los resultados de los cálculos hechos en World3 se publicaron a manera de libro en 1972, bajo el título Limits to Growth. Fue un éxito de ventas y se convirtió en un referente para grupos ambientalistas y uno de los textos más controvertidos de su época.
Y es que Limits to Growth estimó que la sociedad, tal y como la conocemos, colapsaría si la humanidad no ponía atención en su huella ambiental.
Es importante aclarar que las estimaciones no se refieren al fin del Mundo o a la extinción de la especie humana, sino a una crisis social derivada de la falta de recursos naturales, la contaminación, la escasez de alimentos y la desigualdad.
En resumen, Limits to Growth explicaba que a medida en que la población crece de manera exponencial, los recursos limitados de la Tierra llegarían a un límite irreversible.
Si la población crece de manera exponencial, la demanda de alimentos será más grande; el avance tecnológico también aumentará y esto deriva en más contaminación. Mientras más grande sea la civilización, más se acerca la fecha del colapso.
Limits to Growth planteó varios escenarios posibles. Estos se originan cuando las variables población, economía, contaminación, disponibilidad de alimento, cantidad de recursos e industrialización se conectan en un punto que lleva a una reacción.
Los escenarios más relevantes de las simulaciones en World3 fueron nombrados por Gaya Herrington, para efectos de su invetigación, de la siguiente manera:
BAU: Business as usual. Se refiere a que el ritmo del aumento de la población, industrialización y las demás variables crecen exponencialmente, tal como se notaba ya en 1972.
La gráfica muestra que las variables colapsan entre 2020 y 2030, donde las curvas alcanzan un pico y luego caen.
BAU2: Business as usual 2. Una simulación similar a la anterior, en la que cambian algunas variables. Se nota un mayor aumento de la contaminación al mismo tiempo en que cae la disponibilidad del alimento. El punto de colapso aquí estaría al rededor del año 2040
SW: Stabilized World. Un escenario en el que el mundo tuvo conciencia y tomó cartas en el asunto que lograron anticipar y detener el colapso. Existe un momento en que las variables convergen, pero en lugar de caer encuentran un punto de estabilidad que se mantiene en adelante.
Hay otros escenarios que no son tan populares, debido a que es casi imposible que sucedan. Por ejemplo, hay un modelo en el que se plantea una disposición ilimitada de recursos naturales y otro en la que se logra un perfecto control de la natalidad mundial.
Limits to Growth tuvo dos actualizaciones. La primera fue en 1992 y se tituló Beyond the Limits, corrió a cargo de los tres autores principales del libro original.
Para el año 2004 se publicó Limits to Growth: The 30-Year Update que ofreció algunas revisiones a los modelos presentados en 1972, concluyendo que las estimaciones mantenían un buen margen de validez, especialmente los escenarios BAU y BAU2, que pasaron a ser los más trascendentes.
Las revisiones a BAU y BAU2 son contundentes: no puede haber un crecimiento exponencial ilimitado de la población y la industria en un mundo en el que los recursos naturales y la propia capacidad de la Tierra para amortiguar los daños sí tienen un tope. De seguir así, señalan los autores, el colapso de la civilización es inminente.
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Una confirmación que enciende aún más alarmas
Recientemente, la investigadora Gaya Herrington, que es asesora en The Club of Rome hizo un análisis de los modelos BAU, BAU2, SW y a uno más llamado CT (Comprehensive Technology), en el que la humanidad logra avances tecnológicos que reducen al mínimo el daño ambiental causado por la industrialización, por lo que la variable de contaminación baja al mismo ritmo en el que aumentan los recursos.
La investigación de Herrington fue publicada apenas en junio de 2021 y forma parte de su tesis para una Maestría en Sostenibilidad en la Universidad de Harvard.
En una entrada en la web oficial de The Club of Rome, Gaya Herrington explica que uso World 3, pero con una base de datos mucho más actualizada, para así renovar las variantes y obtener una mejor visión de las estimaciones hechas en 1972 y 2004, fechas de publicación del primer y tercer número de la serie Limits to Growth:
“Recopilé datos para indicadores del mundo real de las variables World3: población, fertilidad, mortalidad, contaminación, producción industrial, alimentos, servicios, recursos naturales no renovables, bienestar humano y huella ecológica. Estos datos provienen del mundo académico, agencias (no) gubernamentales, entidades de las Naciones Unidas y el Banco Mundial”.
Todas las fuentes usadas por Herrington y un resumen del trabajo final se pueden consultar públicamente el sitio web de la Universidad de Harvard.
Los modelos obtenidos mostraron que los escenarios siguen un patrón similar al planteado en 1972, especialmente BAU2 y SW.
Recordemos que BAU2 indica que el colapso de la sociedad estaría llegando aproximadamente en 2040; el escenario BAU (que marca 2020-2030 como fecha de colapso) ya no es ta frecuente en las nuevas simulaciones, pero la investigadora señala que no debe descartarse:
“El hecho de que BAU no sea el escenario más cercano no significa que se pueda descartar el colapso social. El escenario que muestra las disminuciones más pequeñas, SW, es también el que se alinea menos estrechamente con los datos empíricos. Además, uno de los escenarios de mejor ajuste, BAU2, muestra un patrón de colapso”.
El colapso ya comenzó
En su explicación, Gaya Herrington agrega que el panorama actual ya muestra las primeras señales de BAU2 y que están a la vista de todos:
“Podemos esperar una interrupción del crecimiento económico en las próximas dos décadas, lo consideremos bueno o no. Economistas y organizaciones como el FMI han señalado recientemente que estamos viendo una ‘desaceleración sincronizada del crecimiento global'”.
Es decir, algunas variables ya comenzaron a juntarse, los efectos negativos y las caídas ya son visibles.
Por ejemplo, hay más población y, por tanto, más demanda de alimentos. Esto conlleva a una explotación mayor de los recursos naturales y al aumento de la industrialización.
Con mayor industria, crece la tecnología, pero se daña al ambiente. La economía, que se basa principalmente en el mercado global de recursos (naturales o transformados), baja ante las dificultades de la Tierra para volver a generar esos recursos.
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Aún hay esperanza, pero el tiempo se agota
Las simulaciones de Gaya Herrington también mostraron que el escenario CT, en donde el mundo logra avances tecnológicos que mejoran el bienestar y con una visión ambiental, es al que la humanidad parece estar encaminada a buscar, pero todavía lo ve muy lejos de ser una realidad:
“Creo que el escenario de CT no es realista (…) ¿Por qué usaríamos nuestros poderes innovadores para inventar robots polinizadores que reemplacen a las abejas, si también tenemos la opción de inventar prácticas agrícolas que no tengan el efecto secundario de los insecticidas? ¿Por qué usar drones para plantar nuevos árboles, cuando también podríamos reestructurar nuestra economía para que los bosques existentes no sean talados y quemados?”
Para la experta, el mejor escenario planteado desde 1972, es decir, SW, en el que la sociedad encuentra una estabilización de sus variables, todavía es posible. Aunque advierte que hay que actuar pronto:
“Aún no es demasiado tarde para que la humanidad cambie de rumbo y altere la trayectoria de los puntos de datos futuros. Sí tenemos otra opción. Aunque SW se aleja, todavía es posible un cambio de trayectoria deliberado. Esa ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente”.
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