Cuidado si llegas a encontrar un curso académico que tenga una gran currícula y que a su vez sea muy barato porque puede tratarse de una estafa. La forma en que operan estos grupos de delincuentes es bastante compleja y armada.
Todo comienza con propaganda pegada en el transporte público sin permiso (principalmente en el metro), uno cree que por esta ahí, de cierta forma es real y verídica. Dicha publicidad contiene números telefónicos y un correo en donde uno puede pedir informes acerca del curso que se ofrece, la sorpresa es que ambos datos son funcionales y hay una respuesta casi inmediata.
Al ponerse en contacto por estos medios y pedir la información necesaria, lo que te ofrece la persona que te atiende, es un correo que contiene la presentación del curso, y un link, el cual lleva a la página web. En ese sitio puedes consultar horarios, materias y demás datos útiles para comenzar la preparación académica. Una vez que se supone el interesado revisa dicho material y ha elegido la manera que más le acomoda para cursar el programa académico, el siguiente paso es realizar un pago en una cuenta que le permita apartar su lugar.
Para esto, se pide una cantidad mínima, por ejemplo, si el dichoso curso cuesta mil 500, se puede reservar el lugar con la tercera parte, es decir 500 pesos. A fin de que se pueda efectuar el deposito correspondiente, los organizadores proporcionan dos números de cuenta que hacen llegar a la víctima vía correo electrónico.
Comúnmente uno de esos números es de banco y el otro pertenece a esas tarjetas de ahorro que se consiguen en cualquier tienda de conveniencia. Lo curioso de estos datos brindados, es que la cuenta que corresponde al banco nunca pasa, siempre dice que está saturada.
Entonces, si quieres apartar tu lugar, es forzoso que realices tu pago en el otro número de cuenta, cuya seguridad es muy manipulable. Así cumples con el depósito solicitado, te dan tu comprobante y vuelves a contactar a los dichosos organizadores. Ahora ellos te piden el comprobante de pago junto con tus datos como nombre, teléfono y alguna red social, esto con el fin de poderte inscribir y contactar para mantenerte al tanto de lo que pasa con el curso.
Además, te dicen que te agendarán una cita, a la cual debes asistir porque es una plática informativa, en la que podrás conocer más detalles de la oferta académica que se ofrece, así como saber quién conforma el grupo que seleccionaste.
Al parecer todo marcha correcto y ya estás inscrito en tu próximo curso, sin embargo, llega el día en que se supone es la reunión previa informativa. Arriban distintas personas, pero ningún organizador. Así pasa el tiempo, y se intenta localizar a los anfitriones por teléfono, correo o vía redes sociales, pero ya no hay respuesta. En ese momento es cuando te das cuenta que has sido estafado.
Por desgracia, este tipo de fraude es muy poco conocido y denunciado debido a que mucha gente prefiere dejar perder el dinero que pagó a meterse en un problema más grande. Por ello, si en alguna ocasión llegas a saber de un curso que es demasiado bueno y barato, duda de su procedencia y antes de realizar cualquier depósito monetario o dar información personal que te pueda comprometer, verifica que sea real, y si es posible, asiste a la sede donde se supone se impartirá.