Tal vez creas que tu mascota te ame tanto como tú lo amas pero, ¿estás seguro? Algunos perros y gatos son muy amigables y se dejan acariciar todo el tiempo.
Otros son más huraños y se mantienen alejados, esto puede ser porque en algún momento sufrieron maltratos o abandono.
¿Pero podemos realmente saber lo que las mascotas sienten por nosotros?
Algunos estudios científicos muestran que la mayoría de los perros eligen la proximidad a los humanos.
A los pocos meses de nacer, la atracción de un cachorro es más fuerte hacia las personas que hacia otros perros.
Los estudios de sustancias químicas del cerebro añaden más peso a esta relación.
Muchos están regulados por hormonas cerebrales que incluyen la molécula de “amor”, llamada oxitocina.
En los mamíferos (incluidos los humanos), la producción de la hormona aumenta cuando están sexualmente excitados, mientras dan a luz y crían a sus hijos.
Los perros responden con una oleada de oxitocina cuando interactúan entre sí pero también la producen cuando se relacionan con sus dueños.
Algo parecido ocurre con los gatos, pero a pequeña escala, cuando son acariciados por sus familias.
Pero refleja una quinta parte de la cantidad de oxitocina observada en los perros.
La relación tan cercana entre canes y humanos es muy común, a diferencia de los gatos.
Ellos caminan solos y no necesitan sentirse cerca de sus dueños ni llevar una correa.
Tal vez tú estés preocupado por haber dejado a tu gatito solo en casa, pero él no lo está.
No se preocupa y tampoco le importa mucho esa separación; sin importar que hayan sido algunas horas o minutos.
Investigadores de la Universidad de Lincoln concluyeron que los gatos, a diferencia de los perros, no necesitan sentirse protegidos por los humanos, prefieren cuidarse a sí mismos.
Esto también demuestra que si los gatos se quedan, significa que realmente quieren estar con sus dueños en ese momento.
“Investigaciones anteriores han sugerido que algunos gatos muestran signos de ansiedad por separación cuando sus dueños los dejan solos, de la misma manera que lo hacen los perros, pero los resultados de nuestro estudio demuestran que, de hecho, son mucho más independientes que los compañeros caninos”.
Con las pruebas se dieron cuenta de que los gatos no mostraron evidencia de que el vínculo con su familia humana fuera de un apego constante.
En cambio para los perros, representa un refugio seguro.
Concluyen que aunque los gatos pueden desarrollar vínculos y afecto por sus dueños, no los necesitan tanto como los perros.