En mayo, cuatro personas de Guatemala (dos adultos y dos menores de edad), salieron de su país para cruzar la frontera de México Estados Unidos y reunirse con su familia.
Por desgracia, el sábado 6 de julio en Morelos, uno de los niños fue encontrado malherido abrazado del cuerpo sin vida de su padre, después de que fueron abandonados por un grupo de traficantes de personas.
El niño de 10 años, de nombre Cristian, junto son su padre Rudy (hoy occiso), su tío Luis Arturo y su primo Byron, de 17 años, emprendieron un viaje a Estados Unidos el 28 mayo, con la esperanza de cruzar la frontera y encontrar a su familia.
En una declaración para CNN, el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos dijo que el padre del pequeño Cristian fue degollado, mientras que él sobrevivió a un corte en el cuello; razón por la que fue llevado de emergencia al Hospital General de Cuautla, Morelos.
La familia de las víctimas, quienes residen en Estados Unidos, le explicaron a Raúl Hernández que, para lograr su camino por México, los adultos contrataron a un “pollero” (un traficante de personas que traslada vía terrestre a la gente hasta la frontera); sin embargo, éste los abandonó en el Estado de Veracruz.
Ahí contrataron a otro traficante que les aseguró los llevaría hasta la frontera norte mexicana. Pero fue con esa persona con quien los inmigrantes encontraron la delincuencia organizada, por lo cual fueron sometidos y trasladados al Estado de Morelos.
A esto, la familia agregó que el 1 de julio recibieron una llamada telefónica de unos integrantes del grupo delictivo denominado “Los Zetas”, lo cuales, pedían la cantidad de 12 mil dólares (poco más de 200 mil pesos) por el rescate de los 4 guatemalteco. Para el día 5 de julio, lograron juntar y pagar 8 mil dólares y no escucharon más de los secuestradores.
Al día siguiente, la familia recibió la llamada del Hospital General de Cuautla, en donde se les informó que Cristian se encontraba hospitalizado y que su padre había sido encontrado sin vida.
De acuerdo con reportes oficiales de la investigación, el menor de 10 años y el cadáver de su progenitor fueron encontrados en un lugar conocido como “Puente Negro”, ubicado en el municipio de Ocuituco, Morelos.
Por su parte, el jefe de la oficina de la gubernatura de Morelos, José Manuel Sanz, declaró, también para CNN, que los otros dos guatemaltecos que lograron escapar se encuentran fuera de peligro y bajo la custodia de las autoridades migratorias mexicanas.
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