Especialistas de todos los campos han estudiado los efectos que la pandemia de Covid-19 traerá en la salud de la población tras varios meses de confinamiento. Uno de los estragos podría ser la salud visual de jóvenes, niños y adolescentes.
De acuerdo con Reyna Citalán, académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León de la UNAM en los últimos años aumentaron los casos de miopía en personas jóvenes y esto podría empeorar a causa del confinamiento.
“En un futuro no muy lejano vamos a tener un porcentaje alto de pacientes pediátricos con miopía y no es por cuestiones genéticas, sino por el uso de estos dispositivos”, aseveró.
La especialista explica que este daño está relacionado con el uso de dispositivos electrónicos como celulares, computadoras o tabletas. Estos aparatos exigen a las personas fijar su visión en objetos cercanos durante un periodo prolongado, lo que genera que los globos oculares hagan un movimiento convergente por mucho tiempo. “Como cualquier otro músculo se cansan, y se presenta entonces la visión borrosa”.
Durante el actual confinamiento se elevaron el trabajo a distancia, las clases en línea, incluso el entretenimiento vía internet a través de computadoras, celulares y televisores, por lo que es muy probable que haya más personas con afectaciones en la película lagrimal, primera línea de defensa de los ojos contra el medio ambiente.
Si se daña provoca ojo seco, lo que puede derivar en úlceras corneales si no se trata a tiempo.
¿Cómo prevenir los daños a la vista?
La Asociación Mexicana de Facultades, Escuelas, Colegios y Consejos de Optometría prevé que para el 2050 la mitad de la población mundial tendrá afecciones de la vista, y hay una mayor tendencia en poblaciones con mayor urbanización y nivel académico.
Una manera de prevenir estos problemas de salud visual es colocar filtros de luz azul en los dispositivos electrónicos, los cuales la disminuyan, aunque no la eliminen por completo.
Otra medida recomendable es aplicar la regla de “20 X 20 X 20”, con la cual se pide a las personas que después de estar 20 minutos frente a un gadget (un dispositivo), enfoquen objetos o lugares a más de 20 pies o seis metros de distancia, durante 20 segundos como mínimo, para evitar que los ojos se mantengan rígidos por tiempos prolongados.
“Hay microorganismos que coexisten como microbiota conjuntival. En el momento en que ven la pérdida de homogeneidad en la córnea, en la película lagrimal, empiezan a infestar y generan infecciones”, explicó la académica.
Con base en su experiencia profesional, Citalán comentó que llegan pacientes con tics nerviosos que son espasmos en el párpado, generados por la contracción tan fuerte que existe al ver fijamente por tiempo indefinido. “Cuando se relaja el músculo, se generan contracciones que impiden la relajación completa del párpado”.
Otro consejo a la población, destacó, es no automedicarse o utilizar lentes pregraduados porque alteran la visión binocular, la convergencia necesaria para poder leer, enfocar la vista hacia un punto. Esto puede ocasionar problemas visuales neurológicos y derivar hasta en estrabismo.
Una buena alimentación también contribuye a conservar la salud visual, por lo que sugirió consumir antioxidantes, los cuales se encuentran en alimentos como jitomate, zanahoria, verduras -lechuga, acelgas, espinacas-, que evitan el deterioro de los tejidos. Además, beber suficiente agua para mantener una buena lubricación.
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