Algunos se sorprendieron al escuchar la delicada voz de Frida Kahlo, quizás por la idea de que era una mujer fuerte y de carácter enérgico, sin embargo hay muchos detalles de su vida que nos recuerdan su delicadeza .
La pintora sería un profundo amor por México y por su esposo y siempre que estuvo de viaje mostró al mundo su pasión en los trajes típicos originarios de comunidades indígenas, y conforme creció, su historia estuvo siempre ligada a la historia de México, siempre llevó consigo los trajes típicos mexicanos, hasta París, New York y Coyoacán
Incluso cambió su fecha de nacimiento y dijo tener tres años menos de los que tenía en realidad, esto no fue un gesto de vanidad sino más bien se trató de un acto de rebeldía.
Ella llegó al mundo en medio del caos político y fue una artista revolucionaria mientras el país pasaba por un proceso de renacimiento, y como símbolo de reconocimiento hacia ese proceso, decía haber nacido en 1910, año de inicio de la Revolución Mexicana y la salida del poder de Porfirio Díaz
Por otro lado estuvo su esposo y gran amor Diego Rivera, a quien Frida solía llamar su pequeño bebé, tal y como se nota en la grabación recientemente liberada. Ambos se conocieron cuando aún estudiaba en la escuela, era 20 años mayor que ella y luego se convirtió en su tercera esposa. y se dice que su médico lo diagnosticó incapaz de ser monógamo.
Luego, se casaron en 1929, Frida era la tercera esposa de Rivera, su relación fue tormentosa y apasionada, se separaron muchas veces y se reconciliaron. Incluso entre ellos hubo un divorcio, y más tarde se volvieron a casar en 1940 aunque después esta reconciliación se vio opacada porque Diego se involucró con la hermana mayor de su esposa.
Frida siempre quiso convertirse en madre, pero debido a sus muchos problemas de salud el matrimonio se mantuvo sin hijos y esto, sumado a las constantes infidelidades eran motivos de angustia ya que para Frida Diego era todo: “mi niño, mi amor, mi universo“.
“Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida”, decía Frida “uno en el que un autobús me tumbó al suelo… el otro accidente es Diego”.
Y es que es conocido el aparatoso accidente que dañó el cuerpo de Frida para siempre, mientras viajaba en autobús, una barra de metal quedó incrustada en su espalda, esto la mantuvo postrada en una cama por meses hasta que comenzó a recuperarse poco a poco y logró volver a caminar.
Ese dolor y esfuerzo por salir adelante quedan plasmados en sus piezas, y nos recuerdan que más allá del carácter que proyectaba, era un ser humano frágil pero sensible y talentoso
“No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero, lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser” dejó Frida plasmado en sus escritos.
Frida Kahlo murió a los 47 años de edad y hay una serie de pinturas, autorretratos, cartas y diarios dando fé de la honestidad que siempre procuró demostrarse a sí misma.