¿Te ha sucedido que te acabas el dinero y no sabes en qué lo gastaste? Es muy fácil perder la cuenta de lo que gastamos si caemos en los llamados “gastos hormigas”.
Estos pagos suelen pasar desapercibidos porque solamente ponemos atención a los grandes desembolsos de dinero que realizamos tales como pagar la renta, la luz, el agua, el teléfono, etc.
Pero, un café al día, las monedas de propinas, la revista semanal, una botella de agua, entre otras cosas, son esos pequeños gastos que consideramos sin importancia pero que si al final del mes los sumáramos pueden llegar a representar una gran cantidad de dinero.
De acuerdo con un artículo de la Comisión Nacional para la Defensa y Protección de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), esos montos pueden convertirse hasta en el 12% de nuestro salario; por ejemplo: si un trabajador gana 10 mil pesos, en gastos hormiga se le van mil 200 pesos mensuales, lo que representaría cerca de 15 mil pesos anuales.
Comúnmente, cuando pensamos en estos desembolsos monetarios, lo primero que nos vienen a la mente es la compra de caja de cigarros, las bolsas de papas o los refrescos, por mencionar algunos; sin embargo, existen otros gastos hormiga que pocas veces tomamos o en cuenta o que ni siquiera sabíamos que son considerados de esta manera.
Algunos de ellos son:
- Gastos excesivos para transporte.
Este puede convertirse en un gasto hormiga si no estudias cuál es la forma óptima para ir a un lugar y gastas en taxis.
- Compras a meses sin intereses.
Cuando no cumples con los pagos éstos generan un cargo adicional a lo que inicialmente se tenía considerado.
- Televisión de paga.
Pagamos de más cuando se contratan paquetes que no ocupamos del todo. Y si se le agregan los “pago por evento” (conciertos, películas, o eventos exclusivos) la suma total aumenta considerablemente.
- Planes de telefonía celular.
Es una fuente común de este tipo de gastos por que se suele contratar un plan que a primera vista resulta atractivo, pero que realmente tiene un precio elevado a comparación del verdadero uso que le damos.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) afirma que la mayor forma de acabar con los gastos hormiga es la reflexión y la planeación ya que así se evita desembolsar dinero en cosas que realmente no se necesitan y se puede ahorrar.
Además, hace algunas recomendaciones para evitar caer en este tipo de gastos, como:
- Llevar un control de gastos diarios, semanales o mensuales, según sea el caso; preferentemente por escrito.
- Imponerse un límite de gasto y evitar sobrepasarlo.
- Hacer una lista de pequeños compromisos de ahorro a corto plazo y asignar una cantidad fija.
- Contratar los servicios de acuerdo con sus necesidades específicas.
- Conservar los “tickets” y notas de todas las compras que se realicen para llevar un mejor control de todo lo gastado.
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