Cada año, el consumo de alcohol mata a más de tres millones de personas en el mundo. Pese a ser la sustancia más dañina para la salud y causante de daños a terceros, principalmente violencia doméstica y accidentes de tráfico, en México es legal desde el siglo pasado.
De acuerdo con un informe elaborado por la Comisión Global de Política de Drogas, la heroína, crack de cocaína, mentafetamina y tabaco -éste último también legalizado en México y otras partes del mundo- son las sustancias que más afectan a quienes las consumen.
La Comisión Global señala que las leyes sobre drogas no tienen un sustento científico y culpa al sistema de clasificación de la ONU por considerar algunas de ellas como mortíferas, sólo por carecer de beneficio médico, aunque no se disponga de pruebas que confirmen este supuesto.
“Esta prohibición de facto es arbitraria. La actual distinción entre sustancias legales e ilegales no se basa en un análisis farmacológico, sino, en gran medida, en precedentes históricos y culturales. También se ve distorsionada por unas visiones con gran carga moral sobre una supuesta dicotomía entre ‘drogas buenas y drogas malas’, es decir, entre drogas legales e ilegales”, establece dicho informe de la Comisión.
Esto se refiere a que pese al gran daño que estadísticamente causan las drogas legalizadas, las políticas no sancionan o regulan su consumo. El periódico The Economist, basado en el informe de la Comisión Global, señaló mediante la siguiente tabla que el alcohol es más dañino que la heroína respecto a daños a la salud, vínculos sociales y economía, además de propiciar afectaciones a terceros como crímenes, conflictos familiares y accidentes de tráfico.
Mientras que, las drogas psicodélicas, como éxtasis, LSD, hongos y mariguana, se consideraron las menos agresivas, con puntajes de daño inferiores a la mitad que el tabaco, a pesar de estar agrupados con cocaína y heroína en el sistema de clasificación de la ONU.
En México, la Ley General de Salud establece que no se ejercerá acción penal en contra de quien sea farmacodependiente o consumidor y posea alguno de los narcóticos, en igual o inferior cantidad a la prevista en la misma. Dichas sustancias son opio con dosis máxima de 2 gramos; heroína, 50 miligramos; mariguana, 5 gramos; cocaína, 500 miligramos; MDA, MDMA y metanfetamina con hasta 40 miligramos en polvo o 200 en tableta.
Los defectos del sistema de la ONU también han sido debatidos por otras organizaciones especializadas en sustancias intoxicantes que contemplan factores físicos, psicológicos y sociales. El alcohol siempre figura como el más dañino seguido por la heroína y el crack.
Ante esto, la Comisión Global de Política de Drogas señala que para mejorar los criterios de organismos internacionales, tales como obtener un procedimiento de clasificación, que logre un mejor equilibrio entre asegurar la disponibilidad con fines legítimos de sustancias fiscalizadas y prevenir el uso problemático.
Además de abandonar las políticas de tolerancia cero para ceder más espacio y efectuar un análisis de costo-beneficio de los daños potenciales y los beneficios percibidos.