En 1961 se publicó Aura, una novela corta del escritor mexicano Carlos Fuentes, quién nació un día como hoy, pero de 1928.
Este pequeño relato se convirtió en un clásico instantáneo de la literatura nacional del siglo XX, incluso fue ganadora del Premio Miguel de Cervantes, una de las mayores distinciones de las artes hispanas.
Con apenas 60 páginas, depende la edición, Fuentes dio una muestra magistral de cómo hacer literatura de terror y misterio, en una época en dónde éste género no era muy popular en el país.
La historia trata de un joven que llega a una casa en el Centro de la Ciudad de México, ubicada en Donceles 815, para tomar un trabajo que vio en el periódico. El hombre se llama Felipe y es historiador.
En la casa conoce a doña Consuelo, viuda de un general francés de apellido Llorente, quién le pide a Felipe editar las memorias escritas por su esposo muerto para poder publicarlas como un libro, antes de que ella también fallezca.
La paga es buena, Felipe no gana mucho dinero como maestro y es una buena oportunidad para él, pero el trabajo y el buen sueldo viene acompañado de una única condición: debe vivir en la casa mientras edita las memorias.
El historiador no está muy convencido de la idea, pero entonces conoce a Aura, la sobrina de Consuelo, una joven hermosa de ojos verdes y cabello oscuro.
Él se enamora de ella y piensa que la anciana la tiene como prisionera y se dispone a liberarla, por lo tanto acepta el trabajo y cuando tiene oportunidad de interactuar con ella la nota como estuviera hechizada, como si le faltara el alma, como si no tuviera conciencia propia.
A medida que avanza con las memorias del general Llorente, Felipe descubre que doña Consuelo práctico brujería e hizo múltiples rituales para lograr un objetivo concreto, esto se relaciona mucho con todo lo que ocurre más adelante en la historia, algo que los lectores deben averiguar por sí mismos.
Para no revelar más sobre la trama, solamente adelantamos que al final del libro, el lector terminará amando y temiendo a Aura, pues, de hecho, los lectores son quienes toman el papel de Felipe desde el inicio.
Carlos Fuentes escribió Aura como una propuesta contraria a la Muerte de Artemio Cruz, otra de sus novelas, en donde, de acuerdo a una entrevista que tuvo en España, dijo que:
“Las escribí al mismo tiempo. Artemio Cruz se refiere a una muerte disfrazada de vida y Aura a una vida disfrazada de muerte, son historia gemelas ene ese sentido”.
Y es que el miedo a la muerte es el punto más importante en Aura, muchos expertos en literatura comparan a esta novela con obras de Edgar Allan Poe y, en mayor medida, con Oscar Wilde, por la forma en que los protagonistas se aferran a vivir, sin importar las conciencias ni los métodos.
Este pequeño libro, además de los tintes de suspenso y miedo, también tiene pasajes sexualmente sugerentes, lo que en el gobierno de Vicente Fox le valió la censura en las escuelas públicas.
Un miembro de su gabinete hizo que la maestra de su hija fuera despedida por dejarle leer este libro como parte de sus clases.
Martha Sahagún de Fox apoyó la idea y Aura fue prohibida de los programas de estudio, pero después del anuncio, la novela volvió a ganar popularidad y una semana después vendió 20 mil ejemplares.
Así como doña Consuelo y Aura, la novela se resistió a la muerte y encontró el camino para regresar triunfante a las nuevas generaciones.
“Cuando un libro es objeto de censura, como que resucita. ‘Aura’ fue objeto de un acto de censura, pero gracias a esta censura se multiplicaron las ventas del libro”, dijo Fuentes en su momento.
El libro se puede encontrar fácilmente en bibliotecas públicas, tiendas o en versión digital y no cuesta más de 150 pesos.
Sin duda, un libro altamente recomendable para adentrarse en la literatura latinoamericana moderna.