Por la contaminación que genera y el tardado proceso de limpieza que supone, dejar un chicle pegado en la calle podría ameritar una multa de hasta 16 mil pesos.
La presidenta de la Comisión del Medio Ambiente del Congreso de Ciudad de México Teresa Ramos Arreola presentó una iniciativa para aplicar sanciones a las personas que arrojen chicles a la vía pública.
Explicó que esto es necesario porque implica un alto riesgo sanitario y ambiental, además de tener un costo muy alto para su limpieza.
Las multas que contempla la iniciativa ley van desde los 1,689 pesos, hasta los 16,898 pesos. El fin es que sea considerado como un delito ambiental, que además daña la imagen urbana.
Quitar cada chicle del pavimento tiene un costo de 2.5 pesos y puede llegar a demorar hasta 30 minutos.
Esta cifra, multiplicada por los 200 mil chicles que se encontraron en el centro histórico, tuvo un costo aproximado de medio millón de pesos.
Además, los restos de chicle pueden poner en riesgo la vida de las aves, ya que a que al tratar de ingerirlos por confundirlas con pan o semillas, pueden morir en las aves más pequeñas, mientras en otras se pueden pegar tanto las patas como sus picos.
En México, se estima que el 20% del suelo urbano tiene presencia de chicles. Hay 75 por cada metro cuadrado en algunas zonas, explicó.
“El consumo promedio de los mexicanos consumen 1.84 kilogramos anualmente. Esto se traduce en un promedio de 2.5 pastillas de goma de mascar diariamente y al menos tres de cada 10 personas compran chicles una vez al día.”
La iniciativa se encuentra en etapa de análisis para saber si puede reformar la Ley de Residuos Sólidos.