Los porros de la UNAM nuevamente están relacionados con actos de violencia contra la comunidad estudiantil. Ahora se señala a “Tres de Marzo”, un grupo porril que tiene presencia en el CCH Vallejo y al que, presuntamente, pertenecen los sujetos que el pasado 22 de mayo lanzaron un petardo en inmediaciones del plantel 2 del Colegio de Bachilleres, mismo que ocasionó la muerte de la alumna Patxi Ximena Hernández Acevedo, de 17 años de edad.
Los grupos de porros de la UNAM operan en casi todas las preparatorias y facultades de la Máxima Casa de Estudios desde hace décadas. A pesar de que en diferentes ocasiones las autoridades universitarias condenan sus acciones, poco se hace para expulsarlos de manera definitiva de sus planteles.
De hecho, fue en 2018, luego de que grupos porriles atacaron a estudiantes de CCH que protestaban en CU por mayor seguridad en sus planteles, que el rector Enrique Graue lanzó el pronunciamiento más contundente hizo la UNAM contra estas organizaciones, pero las cosas no cambiaron mucho.
De 2018 a 2023 ha habido más de 10 incidentes de ataques a estudiantes o destrozos en instalaciones en los que grupos de porros de la UNAM están involucrados.
Muchos de estos ocurren en protestas o paros estudiantiles, en los que alumnos salen a marchar o toman escuelas para que sus peticiones sean escuchadas, pero que al final son opacadas por actos de violencia o destrozos de grupos de porros de la UNAM que captan la atención de los medios y las autoridades.
En 2022, escuelas como CCH Naucalpan, Prepa 5, Prepa 4, CCH Sur y hasta planteles del Colegio de Bachilleres o Vocacionales del IPN han alzado la voz para pedir a las autoridades de la UNAM expulsar a los porros. El hashtag #FueraPorrosDeLaUNAM es constantemente utilizado en redes sociales para este motivo.
Origen de los porros de la UNAM
De acuerdo con investigadores y académicos, el origen de los porros de la UNAM se remonta a la década de los 50, cuando grupos de estudiantes comenzaron a organizarse en grupos similares a los sindicatos, para exigir a las autoridades mejores condiciones para la Universidad.
Estas organizaciones estudiantiles son las que participaron en el movimiento del 68, pero para ese entonces no eran lo que son ahora. Si no que trabajan convencidos de lograr un cambio de paradigma en la sociedad mexicana y, sobre todo, protestar contra la represión de los alumnos, las libertades y la censura generalizada que se ejercía a la sociedad desde el gobierno.
Posterior al 68, los grupos de estudiantes comenzaron a politizarse más y poco a poco surgieron los sectores más radicales y violentos:
“En el post 1968 el porrismo alcanzó tanta presencia en los institutos y universidades que se convirtió en un tema recurrente en los medios de comunicación. Es el porrismo que mantiene tintes políticos, de carácter provocador y delincuente de estos años el que se ha arraigado más en la percepción de la sociedad y el que está más asociado al calificativo de “porro” aún hasta nuestros días”, explica una investigación del académico Imanol Ordorika sobre este tema.
Entre los 80 y 2000, los grupos de porros de la UNAM ya eran conocidos por sus expresiones violentas en los movimientos estudiantiles.
La comunidad académica y la sociedad en general ya los catalogaban como conflictivos y agresivos y así se han mantenido hasta la fecha.
Cada año, se reportan ataques de porros, principalmente en escuelas preparatorias, que es en donde tienen más presencia y en las que les resulta más fácil atraer a nuevos jóvenes a sus filas.
Por ejemplo, tan sólo en 2023, se han reportado al menos 5 ataques de porros a diferentes preparatorias.
Además del ataque a Bachilleres 2, también en mayo de 2023 un grupo de porros encapuchados atacaron a jóvenes de esa escuela en el paradero de Indios Verdes y días antes tomaron las instalaciones de la Dirección General de CCH; en febrero hubo destrozos en CCH Azcapotzalco y el 27 de enero hubo un enfrentamiento entre grupos porriles en CCH Naucalpan que culminó en la suspensión de clases.
Enrique Graue se comprometió en 2018 a terminar con el problema de los porros de la UNAM, pero su gestión está a punto de finalizar y no hubo ningún avance real.
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