Una publicación realizada por el periódico El Universal relata la historia de una joven de 20 años que llegó desde Zacatecas a la Ciudad de México en busca de una mejor oportunidad de trabajo, pero todo fue un engaño pues terminó siendo prostituida.
Después de 15 días de ser obligada a tener relaciones sexuales a cambio de dinero en calles de la alcaldía Cuauhtémoc y de ser promocionada en internet, a causa del cansancio ella se desmayó y sus secuestradores la abandonaron en un hospital, donde denunció lo sucedido.
La víctima declaró que fue engañada a través de Facebook, por una supuesta empresa que le ofreció trabajar vendiendo artículos de belleza y bisutería. Para comenzar sólo le pidieron venir a la CDMX a recoger el producto en unas oficinas de la alcaldía Miguel Hidalgo.
Por ello se trasladó hasta la capital en compañía de su hija de dos años. Cuando arribaron al lugar fueron capturadas.
En la carpeta de investigación, la cual se inició por el delito de privación ilegal de la libertad, se señala que a la joven la drogaron, la violaron y posteriormente la golpearon al negarse a realizar trabajos sexuales. Además, la amenazaron de dañar a su pequeña en caso de no obedecer las órdenes.
La víctima reveló que la supuesta empresa le pagó los boletos del viaje por lo que creyó que se trataba de una oferta seria. Detalló que las oficinas se ubicaban cerca de la avenida Reforma y de ahí le notificaron que el producto debía recogerlo en una bodega.
Después, narró que el sitio era una vecindad, donde le ofrecieron agua, perdió el conocimiento y al despertar comenzó su infierno. Agregó que gritó y agredió a sus captores, pero nadie la ayudó.
Dijo que la mantuvieron drogada e inconsciente por varias horas, luego recordó que atendió a más de 10 clientes en un día y el número ascendía conforme la dejaban salir a la calle. Siempre estuvo vigilada y resguardada por otras mujeres, quienes la llevaban a un motel de Buenavista para que trabajara. Durante ese tiempo no le dieron comida y tampoco pudo ver a su hija.
Después de haber presentado un colapso en su salud por tanto maltrato, fue que sus captores la abandonaron en el Hospital Gregorio Salas, donde reveló los hechos a una trabajadora social y fue el momento en que se solicitó el apoyo de las autoridades.