El cáncer cervicouterino, o de cuello uterino, está entre las principales de muerte en mujeres en México. A nivel mundial, es el noveno con más defunciones reportadas en todo el mundo. Más del 50% de los casos pueden ser prevenidos con la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), la cual, indican los datos, dejó de ser prioridad para las autoridades del país.
El VPH es una enfermedad tan común que más del 80% de la población mundial tendrá en algún momento de su vida. Casi toda la población del planeta es portadora, pero en el caso específico de las mujeres mayores de 30, el virus provoca un alto riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino, señala el sitio oficial de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Hay una vacuna segura y aprobada contra el VPH, la cual se recomienda aplicar en la adolescencia, antes del inicio de la vida sexual de una persona y es, hasta ahora, la mejor manera de prevenir el cáncer cervicouterino en todo el mundo.
En la mayoría de países, la vacuna contra el VPH está dentro de los esquemas de vacunación proveídos por el Estado a recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organismos sanitarios regionales.
Antes de la pandemia de Covid-19, en México se aplicaban 2.4 millones de vacunas contra el VPH cada año, pero en 2021 fueron apenas 94 mil, lo que colocó al país en el puesto más bajo de cobertura en todo el continente.
Vacuna contra el VPH: un derecho de las mujeres en México que no se cumple
El cáncer cervicouterino se convirtió en el segundo más letal en México en 2006. Desde entonces, se han reportado al rededor de 4 mil muertes anuales en el país.
Este tipo de cáncer es el único 100% prevenible desde la adolescencia, la vacuna contra el VPH y el uso de condón son métodos totalmente eficientes para evitar desarrollarlo.
Por tales motivos, la vacuna contra el VPH fue incluida en el esquema básico de la Cartilla Nacional de Vacunación a partir de 2012, el público prioritario al que se dirigió fue a niñas de entre once y doce años, que cursan los últimos dos grados de primaria; también se aplicaba a las personas que la solicitaban en centros de salud pública con disponibilidad.
En ese 2012, con motivo de la 3ra Semana Nacional de Salud, la Secretaría de Salud Pública adquirió 740 mil dosis de la vacuna contra el VPH que fueron aplicadas a niñas de 5° año de primaria, detalla una solicitud de información realizada en 2013.
Datos del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia (CENSIA) señalan que, aproximadamente, el gobierno federal aplicaba un millón de dosis de la vacuna en niñas de 9 a 14 años o de 5° de primaria.
Además, el IMSS, IMSS Bienestar, ISSSTE y los hospitales de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de la Marina Nacional y PEMEX también aplicaban, en conjunto, más de medio millón de vacunas contra el VPH cada año desde 2012, de acuerdo con información localizada en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Sin embargo, a partir de 2018, comenzó un declive en el número de aplicaciones estas vacunas en todo el país.
La Secretaria de Salud, a través del CENSIA, que el organismo encargado de vacunar a las niñas y adolescentes, pasó de aplicar más dos millones de dosis en 2018 a menos de 23 mil en 2021. Esto se traduce en una caída del 98.9%.
El IMSS, que atiende a derechohabientes y sus familiares, aplicó 675 mil 250 dosis en 2017, mientras que en 2021 fueron 10 mil 334, lo que representa un 98.4% menos.
Mientras que el IMSS-Bienestar, que atiende a personas que no son derechohabientes de ningún servicio de seguridad social, aplicó 277 mil dosis de la vacuna contra el VPH en 2017 y para 2021 ninguna, la caída en este instituto fue del 100%.
El IMSS detalló en una solicitud de transparencia que la caída en la cobertura de vacunas se debe a una falta de proveeduría del biológico por parte de los fabricantes.
En julio de 2022, la revista Gatopardo realizó un conteo de cuántas dosis de vacunas contra el VPH se han aplicado en el país entre 2017 y 2021 por institución, en el que se muestra a detalle cómo evolucionó esta disminución.
La pandemia no causó la escasez de vacunas, como dijo López-Gatell
A finales de agosto de 2022, el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell señaló que la falta de vacunas era un problema causado por la pandemia de Covid-19, esta declaración contradice los datos oficiales, que muestran que desde el inicio del actual sexenio ya había un desplome generalizado en la cobertura de este fármaco:
“En medios de información pública se ha estado comentando una inquietud sobre la cobertura de vacunación en México, de las vacunas convencionales, del programa de vacunación universal. Efectivamente, la pandemia trajo consigo, en México y en el mundo entero, una reducción del acceso a vacunas. Esto representa un reto al que hay que responder de manera activa y estamos en puerta de hacerlo”.
De acuerdo con la OMS, solamente hay tres vacunas aprobadas en todo el mundo para combatir el VPH (y, por tanto, al cáncer cervicouterino). Pero ninguno de los laboratorios que las producen dejó de fabricarla durante la pandemia, al contrario, hubo una mayor demanda.
Un artículo publicado en Euractiv, Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, que representa a las farmacéuticas de ese continente, explicó que la pandemia no causó la escasez, sino que fue un propio llamado de la OMS para reforzar las campañas de vacunación a raíz de nuevos estudios que demostraron su efectividad.
“Ha habido un período de cinco años de demanda estable con respecto al VPH y, de repente, en 2018, la demanda se duplicó”, señaló Sibilia Quilici. Las vacunas contra el VPH, agregó, se fabrican con planes de cuatro años. Es decir, las dosis que se venden en 2022 son las producidas en 2018, por lo que no hay manera de aumentar la cantidad que ya estaba programada.
El plan publicado de la OMS es que el 90% de los niños, niñas y adolescentes estén vacunados contra el VPH en 2030. Actualmente, México sólo tiene cobertura para el 0.5% de esa población, muy lejos de la meta esperada a nivel internacional.
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