Las redes sociales y las plataformas digitales son medios de comunicación representativos de nuestro tiempo que están presentes en prácticamente todos los ámbitos del quehacer humano. En el terreno del entretenimiento musical esta realidad es por demás evidente, como lo confirma la popularidad de la plataforma de origen sueco Spotify, dedicada a reproducir contenido multimedia en tiempo real a través de Internet, lo que permite acceder a millones de canciones de artistas de todo el mundo.
En este contexto resulta posible acercarse a la producción discográfica de cantantes distantes geográficamente, pero al mismo tiempo cercanos porque tenemos la posibilidad de escuchar y de ver sus presentaciones desde algún dispositivo tecnológico que tengamos a la mano sin mayor dificultad. Es el caso del canta autor colombiano Santiago Cruz Vélez, quien en más de tres décadas de trabajo ha logrado el reconocimiento del público internacional en el género de Balada-Pop. Santiago cuenta con alrededor de millón y medio de seguidores en Twitter; igual número de seguidores en Facebook; casi cuatro millones de seguidores en Instagram y más de 230 millones de visualizaciones de sus videos en YouTube.
¿Pero en realidad quién es este músico, de dónde es, cuál ha sido su trayectoria? De ello nos da cuenta la periodista y docente también de origen colombiano, Alexa Bajaire, a través de una amena crónica titulada Santiago Cruz Vélez: cruce de caminos entre la música y la vida, (2017), publicada en el volumen IV de la Colección “Tolimenses que dejan huella”, a cargo de la Universidad de Ibagué, en Colombia. Esta serie tiene el propósito de recuperar las semblanzas biográficas de personajes originarios del departamento de Tolima —al centro oeste del país—, entidad conocida como la “capital musical de Colombia”.
La crónica de Alex Bajaire sobre su paisano compositor Santiago Cruz, referente del nuevo movimiento musical colombiano, se nutrió de múltiples entrevistas personales, de una amplia investigación biográfica del autor, de la escucha de sus álbumes y producciones discográficas que lo hicieron merecedor a diversas nominaciones a los premios Grammy Latino, además de ganador de los premios Nuestra Tierra; Artista del año; Canción del Año; y Artista Pop del año a lo largo de la primera década del siglo XXI. Digamos que este periodo fue la época de consolidación musical de Santiago, quien desde entonces fue nombrado Embajador de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Uno de los aciertos de esta crónica periodística sobre el canta autor colombiano es que el texto mantiene un equilibrio entre la información biográfica, los datos duros y una narración que combina citas y expresiones del entrevistado que ejemplifica su forma de pensar y sentir, así como la reproducción de fotografías del propio Santiago Cruz desde su infancia, su paso por los centros escolares en su adolescencia y juventud, hasta su desarrollo musical.
La etapa de introducción al medio artístico y los altibajos que como todo artista pasan antes de alcanzar la madurez y el reconocimiento público es la que ocupa la mayor parte del texto, y es la de más interés para l@s lectores, pues permite comprender las vicisitudes a las que se enfrenta una persona interesada en incursionar en el mundo de la música. Como afirma el propio Santiago, “por un lado está la vocación de construir ese sueño, y paralelo está el valor de ir en su persecución, éste lo busqué desde pequeño, pero con mucho temor”.
Santiago Cruz Vélez nació en 1976 en la ciudad de Ibagué, capital del estado de Tolima, en Colombia, en una familia de clase media que, si bien veía con buenos ojos el interés del joven Santiago por las artes, pues en “casa se cantaba en familia y nos reuníamos para hacer tertulia escuchando música clásica, colombiana y tocar guitarra”, recuerda el canta-autor, otra fue la reacción cuando éste decidió estudiar música y dedicarse profesionalmente a esta actividad, según relata Alexa Bajaire en su crónica. “Como en infinidad de historias familiares, el pánico se apodera de los padres cuando escuchan las razones que un hijo tiene para arriesgarse al arte, como sostén de su vida profesional.”
“Fueron varios añitos de remar contra la corriente, hasta que apareció la canción y la compañía [disquera] que creyó en mí y todo se alineó para que las cosas resultaran”. Esta canción Santiago la tituló “Baja la guardia”, y estuvo 54 semanas en la lista de popularidad y fue el tema insignia del álbum discográfico producido en 2009. Dos años después un nuevo álbum (Cruce de caminos, 2011) alcanzó el Disco de Platino en Colombia. En el 2016 Santiago Cruz Vélez regresó a radicar a Ibagué, y desde su terruño sigue haciendo lo que su vocación musical le dicta: “grabar mis canciones, hacer la música que me nace”.
Entre los temas que más reproducciones tienen en las plataformas musicales como Spotify y Deezer se encuentran ¿Y si te quedas qué?; “La puerta”; “Desde lejos”; “Regreso”; “Un amor de verdad”; “Una y otra vez” y “6:00 a.m.” La crónica completa de Alexa Bajaire sobre Santiago Cruz Vélez “Cruce de caminos entre la música y la vida” se puede leer en el repositorio de la Universidad de Ibagué, cuya dirección electrónica es: https://repositorio.unibague.edu.co/entities/publication/cc737195-1d23-4cf7-baf7-1853e706edc3 .
En este mismo sitio académico se pueden encontrar otros textos igual de interesantes de Alexa Bajaire, y de otros autores, sobre la vida y obras de mujeres y hombres que con su trabajo han contribuido de alguna manera al engrandecimiento del departamento y de la comunidad del Tolima, según la perspectiva de la institución universitaria que apoya la producción editorial de la colección “Tolimenses que dejan huella”. @NohemyGarcaDual
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