Desbloquear el potencial de la Inteligencia Artificial
El mundo tiene una oportunidad única de aprovechar la inteligencia artificial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, impulsar avances científicos e impulsar el crecimiento económico. Pero para aprovechar este potencial, la comunidad internacional debe fomentar un ecosistema de IA más inclusivo y equitativo.
NUEVA YORK – Al igual que la máquina de vapor y la electricidad, la inteligencia artificial es una tecnología transformadora y fundamental. Si se desarrolla hasta alcanzar su máximo potencial, la IA puede crear oportunidades para personas de todo el mundo, ayudar a empresas pequeñas y grandes, impulsar el crecimiento económico, hacer avanzar la ciencia y ayudar a la humanidad a dar pasos importantes hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Pero para aprovechar el potencial de la IA es necesario abordar los riesgos, las complejidades y las desigualdades que limitan actualmente el acceso a sus beneficios. En primer lugar, debemos repensar nuestros enfoques de la cooperación y la gobernanza mundiales. Hoy en día, demasiados países quedan excluidos de los debates clave sobre políticas. Cabe destacar que, como mostramos en un nuevo informe, una muestra de importantes iniciativas internacionales de gobernanza de la IA no relacionadas con las Naciones Unidas concluyó que solo siete países participaron en cada una de ellas, mientras que 118 países, principalmente del Sur Global, no fueron incluidos. La comunidad internacional puede y debe hacerlo mejor.
Durante el año pasado, hemos copresidido el Órgano Consultivo de Alto Nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre IA, un grupo de 39 personas de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y el mundo académico que representan una amplia gama de regiones, géneros, grupos de edad y disciplinas. Juntos, desarrollamos un conjunto de principios y recomendaciones para la gobernanza internacional de la IA, con el objetivo de garantizar que la tecnología sirva al interés público al fundamentarla en los derechos humanos y el derecho internacional. Para involucrar a diversas perspectivas y voces, involucramos a más de 2000 participantes de todas las regiones, consultamos a más de 1000 expertos, revisamos 250 presentaciones escritas y mantuvimos más de 100 debates virtuales.
En nuestro informe, explicamos que creemos que este momento presenta una oportunidad única para que la comunidad internacional siente las bases para aprovechar el potencial de la IA, abordar las principales deficiencias de gobernanza y las brechas de capacidad en su desarrollo, implementación y uso, y permitir un ecosistema de IA más equitativo. Con este fin, nuestro informe ofrece siete recomendaciones concretas para fomentar la cooperación mundial, cerrar las brechas de gobernanza y crear nuevos mecanismos que permitan a todos los países beneficiarse de los avances en la tecnología.
La trayectoria técnica y social de la IA sigue siendo objeto de intensos debates, incluso entre los expertos. Esto tiene sentido, dado que la IA todavía está en sus primeras etapas y sus capacidades, aplicaciones y usos evolucionan rápidamente. Pero la incertidumbre no debería llevar a la inacción. Por el contrario, subraya la necesidad de contar con barandillas adaptables que puedan evolucionar con la tecnología y nuestra comprensión de ella.
Por lo tanto, las iniciativas de gobernanza deben basarse tanto en conocimientos técnicos como en perspectivas globales. Teniendo esto en mente, nuestra primera recomendación es establecer un panel científico verdaderamente internacional sobre IA, que reúna a expertos de diversas disciplinas y orígenes.
Este panel trabajaría con organizaciones e iniciativas globales para recopilar, analizar y promover investigaciones, y publicaría un informe anual sobre las capacidades, oportunidades, riesgos e incertidumbres relacionadas con la IA. Al destacar áreas de acuerdo e identificar temas que requieren un estudio más profundo, el informe podría mejorar la transparencia y orientar los debates sobre políticas y la toma de decisiones. El panel también podría realizar investigaciones centradas en cuestiones específicas, como la forma en que se podría utilizar la IA para descubrir nuevos materiales o tratar enfermedades desatendidas.
Además de compartir conocimientos, muchos países necesitan un mejor acceso a recursos esenciales de IA, como potencia computacional, conjuntos de datos de capacitación inclusivos y representativos, talento capacitado y un marco de datos global. Para ello, recomendamos establecer un fondo global de IA que apoye el intercambio de datos, construya infraestructura digital, fomente los ecosistemas locales de IA y fomente el espíritu emprendedor.
También proponemos crear una red de desarrollo de capacidades en materia de IA para ampliar el acceso global a talentos y conocimientos especializados y avanzar hacia los ODS. Para garantizar la estandarización, la alineación regulatoria y los enfoques coordinados en materia de ética y seguridad, recomendamos establecer un intercambio de estándares de IA y un foro de políticas inclusivo para debatir sobre la gobernanza de la IA. Estas iniciativas se basarían en el trabajo de los organismos de las Naciones Unidas y otros esfuerzos internacionales, promoviendo la interoperabilidad y la colaboración transfronteriza.
Será fundamental una coordinación eficaz. Para lograrlo, proponemos establecer una pequeña y ágil oficina de inteligencia artificial que informe directamente al Secretario General de las Naciones Unidas. Esta oficina actuaría como un centro neurálgico que conectaría e integraría diversas iniciativas institucionales. Al vincular los esfuerzos liderados por las organizaciones regionales y otras partes interesadas, podría reducir los costos de la cooperación y agilizar la acción colectiva.
La creación de estas estructuras institucionales puede allanar el camino hacia un enfoque más inclusivo de la gobernanza de la IA, algo que resulta crucial para evitar la aparición de una “brecha en materia de IA”, ampliar el acceso global a la educación y la atención sanitaria y aprovechar todo el potencial de las tecnologías emergentes.
Si bien es fundamental protegerse de los posibles daños y usos indebidos de la IA, es igualmente importante aprovechar las oportunidades que crea la tecnología para alcanzar los ODS, impulsar avances científicos e impulsar el crecimiento económico. Para lograr estos beneficios será necesario generar confianza, mejorar la comunicación y ampliar la capacidad en muchos sectores, áreas en las que las Naciones Unidas están en una posición única para facilitar la cooperación. Esperamos que nuestro informe desencadene un debate mundial urgente sobre cómo la IA puede ayudar a crear un futuro más sostenible e inclusivo para todos.
Carme Artigas, exsecretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial de España, es copresidenta del Órgano Consultivo de Alto Nivel de la ONU sobre Inteligencia Artificial.
NUEVA YORK – Al igual que la máquina de vapor y la electricidad, la inteligencia artificial es una tecnología transformadora y fundamental. Si se desarrolla hasta alcanzar su máximo potencial, la IA puede crear oportunidades para personas de todo el mundo, ayudar a empresas pequeñas y grandes, impulsar el crecimiento económico, hacer avanzar la ciencia y ayudar a la humanidad a dar pasos importantes hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Pero para aprovechar el potencial de la IA es necesario abordar los riesgos, las complejidades y las desigualdades que limitan actualmente el acceso a sus beneficios. En primer lugar, debemos repensar nuestros enfoques de la cooperación y la gobernanza mundiales. Hoy en día, demasiados países quedan excluidos de los debates clave sobre políticas. Cabe destacar que, como mostramos en un nuevo informe, una muestra de importantes iniciativas internacionales de gobernanza de la IA no relacionadas con las Naciones Unidas concluyó que solo siete países participaron en cada una de ellas, mientras que 118 países, principalmente del Sur Global, no fueron incluidos. La comunidad internacional puede y debe hacerlo mejor.
Durante el año pasado, hemos copresidido el Órgano Consultivo de Alto Nivel del Secretario General de las Naciones Unidas sobre IA, un grupo de 39 personas de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y el mundo académico que representan una amplia gama de regiones, géneros, grupos de edad y disciplinas. Juntos, desarrollamos un conjunto de principios y recomendaciones para la gobernanza internacional de la IA, con el objetivo de garantizar que la tecnología sirva al interés público al fundamentarla en los derechos humanos y el derecho internacional. Para involucrar a diversas perspectivas y voces, involucramos a más de 2000 participantes de todas las regiones, consultamos a más de 1000 expertos, revisamos 250 presentaciones escritas y mantuvimos más de 100 debates virtuales.
En nuestro informe, explicamos que creemos que este momento presenta una oportunidad única para que la comunidad internacional siente las bases para aprovechar el potencial de la IA, abordar las principales deficiencias de gobernanza y las brechas de capacidad en su desarrollo, implementación y uso, y permitir un ecosistema de IA más equitativo. Con este fin, nuestro informe ofrece siete recomendaciones concretas para fomentar la cooperación mundial, cerrar las brechas de gobernanza y crear nuevos mecanismos que permitan a todos los países beneficiarse de los avances en la tecnología.
La trayectoria técnica y social de la IA sigue siendo objeto de intensos debates, incluso entre los expertos. Esto tiene sentido, dado que la IA todavía está en sus primeras etapas y sus capacidades, aplicaciones y usos evolucionan rápidamente. Pero la incertidumbre no debería llevar a la inacción. Por el contrario, subraya la necesidad de contar con barandillas adaptables que puedan evolucionar con la tecnología y nuestra comprensión de ella.
Por lo tanto, las iniciativas de gobernanza deben basarse tanto en conocimientos técnicos como en perspectivas globales. Teniendo esto en mente, nuestra primera recomendación es establecer un panel científico verdaderamente internacional sobre IA, que reúna a expertos de diversas disciplinas y orígenes.
Este panel trabajaría con organizaciones e iniciativas globales para recopilar, analizar y promover investigaciones, y publicaría un informe anual sobre las capacidades, oportunidades, riesgos e incertidumbres relacionadas con la IA. Al destacar áreas de acuerdo e identificar temas que requieren un estudio más profundo, el informe podría mejorar la transparencia y orientar los debates sobre políticas y la toma de decisiones. El panel también podría realizar investigaciones centradas en cuestiones específicas, como la forma en que se podría utilizar la IA para descubrir nuevos materiales o tratar enfermedades desatendidas.
Además de compartir conocimientos, muchos países necesitan un mejor acceso a recursos esenciales de IA, como potencia computacional, conjuntos de datos de capacitación inclusivos y representativos, talento capacitado y un marco de datos global. Para ello, recomendamos establecer un fondo global de IA que apoye el intercambio de datos, construya infraestructura digital, fomente los ecosistemas locales de IA y fomente el espíritu emprendedor.
También proponemos crear una red de desarrollo de capacidades en materia de IA para ampliar el acceso global a talentos y conocimientos especializados y avanzar hacia los ODS. Para garantizar la estandarización, la alineación regulatoria y los enfoques coordinados en materia de ética y seguridad, recomendamos establecer un intercambio de estándares de IA y un foro de políticas inclusivo para debatir sobre la gobernanza de la IA. Estas iniciativas se basarían en el trabajo de los organismos de las Naciones Unidas y otros esfuerzos internacionales, promoviendo la interoperabilidad y la colaboración transfronteriza.
Será fundamental una coordinación eficaz. Para lograrlo, proponemos establecer una pequeña y ágil oficina de inteligencia artificial que informe directamente al Secretario General de las Naciones Unidas. Esta oficina actuaría como un centro neurálgico que conectaría e integraría diversas iniciativas institucionales. Al vincular los esfuerzos liderados por las organizaciones regionales y otras partes interesadas, podría reducir los costos de la cooperación y agilizar la acción colectiva.
La creación de estas estructuras institucionales puede allanar el camino hacia un enfoque más inclusivo de la gobernanza de la IA, algo que resulta crucial para evitar la aparición de una “brecha en materia de IA”, ampliar el acceso global a la educación y la atención sanitaria y aprovechar todo el potencial de las tecnologías emergentes.
Si bien es fundamental protegerse de los posibles daños y usos indebidos de la IA, es igualmente importante aprovechar las oportunidades que crea la tecnología para alcanzar los ODS, impulsar avances científicos e impulsar el crecimiento económico. Para lograr estos beneficios será necesario generar confianza, mejorar la comunicación y ampliar la capacidad en muchos sectores, áreas en las que las Naciones Unidas están en una posición única para facilitar la cooperación. Esperamos que nuestro informe desencadene un debate mundial urgente sobre cómo la IA puede ayudar a crear un futuro más sostenible e inclusivo para todos.
Publicación original en: https://www.project-syndicate.org/commentary/harnessing-ai-to-achieve-sdgs-promote-common-good-by-carme-artigas-and-james-manyika-2024-09
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