La razón de que existan los diputados plurinominales o de representación proporcional obedece a la necesidad de evitar la concentración de poder de un sólo partido o fuerza política en los espacios legislativos.
Esto permite que haya más pluralidad de ideas en la toma de decisiones que se hace tanto en los congresos locales como a nivel nacional.
De no existir el principio de representación proporcional o diputaciones plurinominales, existiría la posibilidad de que un mismo partido político obtuviera más de dos tercios de los espacios en un congreso, que trasladado a votos, es lo mínimo que se necesita para hacer reformas a la Constitución.
Es decir, si un partido o fuerza política tuviera asegurados dos tercios de los votos en una Cámara de Diputados o Asamblea Legislativa, podría hacer cualquier tipo de reforma o leyes, en cualquier momento y sin ningún impedimento.
Asimismo, la existencia de los diputados plurinominales ayudan a dar voz a las minorías, o al menos ese debería ser su propósito principal. Pues permite el acceso a la toma de decisiones a los partidos pequeños, que tienen la obligación de ser una representación de sus simpatizantes en los congresos.
Sin embargo, en México, la figura de la representación proporcional no es muy bien vista, debido a que se ha utilizado como una forma de mantener vigentes a políticos en cargos públicos, sin la necesidad de someterse al voto de las personas.
En varias ocasiones, se ha propuesto reducir el número de diputados plurinominales federales, pues actualmente son 200 los que llegan por esta vía cada legislación.
La principal razón que dan este tipo de iniciativas es que se tiene un congreso poco productivo, debido a la gran cantidad de legisladores que deben ponerse de acuerdo para votar.
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