El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó declaraciones similares a la que hizo Felipe Calderón sobre las víctimas de una masacre. Ambos justificaron los asesinatos al decir que “estaban en temas de drogas o pandillas”.
La primera fue el 18 de diciembre, en la que se refirió a la masacre ocurrida en Salvatierra, Guanajuato, en donde 11 personas fueron asesinadas. El presidente López Obrador dijo que el hecho estuvo relacionado con el consumo de drogas:
“Es un asunto complejo, porque no sucede en todo el país, hay regiones en donde, si existe más consumo de droga, hay más violencia y más homicidios. Y hay que ver por qué en Guanajuato aumentó el consumo, que no es lo mismo que en Jalisco, ya ni hablemos de Oaxaca o de Yucatán; incluso es más el consumo en esa zona de Guanajuato que en Michoacán o que en Sinaloa. Entonces, es un fenómeno que hay que analizarlo y enfrentarlo”.
Con esa afirmación, el presidente López Obrador fue criticado por tratar de justificar la violencia y criminalizar a las víctimas.
Días antes, sobre lo ocurrido el pasado domingo 3 de diciembre, cuando otros cinco jóvenes fueron asesinados en Celaya, Guanajuato, Andrés Manuel López Obrador dijo que los muertos estaban inmiscuidos en temas de drogadicción, a pesar de que los primeros reportes no indicaban una información similar:
“Estos muchachos que asesinaron hace dos días en Guanajuato fue por el consumo, porque le fueron a comprar a alguien que estaba vendiendo droga en un territorio que pertenecía a otra banda”, señaló AMLO sobre el caso.
La declaración del mandatario no fue bien recibida ni por familiares de las víctimas, ni por organismos defensores de los derechos humanos, pues AMLO criminalizó a los muertos en cadena nacional y sin que las investigaciones hayan concluido, hecho que el presidente incluso mencionó:
“Pues lo que sucedió es que jóvenes estudiantes, incluso de medicina, fueron a unas fiestas a Querétaro y de regreso pasaron, creo que por Celaya y hasta Villagrán y en algún lugar de esto pasaron, todo esto es todavía hipotético, todavía no se tiene toda la investigación, se está investigando, pasaron a algún lugar, supuestamente para la adquisición de droga, supuestamente ahí los asesinaron”.
Familiares y compañeros de escuela de las víctimas rechazaron las declaraciones de AMLO por revictimizarlos y buscar así justificar la muerte a causa de la violencia que se vive en el estado y el país.
AMLO no se retractó de sus dichos y familiares de los muertos, como Fabiola Mateos, madre de dos de las víctimas, exigieron una disculpa por parte del presidente. En Guanajuato, la Fiscalía local afirma que no había rastros de consumo de drogas tras las autopsias.
Aunque AMLO no se disculpó por su declaración y no presentó alguna prueba, la aspirante morenista al gobierno de Guanajuato, Alma Alcaraz Hernández, defendió la postura del presidente y afirmó que cree que él tiene datos que lo respalden.
“Yo creo que si el presidente sí lo dijo, si me queda claro que lo dijo, pero si lo dijo es porque tiene datos, tiene información que lo hacen sustentar estas declaraciones”.
Declaraciones de AMLO sobre Celaya, muy similares a las de Calderón con Villas de Salvárcar
Las declaraciones de AMLO sobre la masacre de Celaya son bastante similares a las que hizo Felipe Calderón de los hechos ocurridos en Villas de Salvrácar, Chihuahua, el 31 de enero de 2010, en los que 15 jóvenes fueron asesinados por un comando armado que irrumpió en un festejo de cumpleaños.
En ese momento, la llamada “Guerra contra el Narcotráfico”, encabezada por Felipe Calderón, ya había generado decenas de miles de muertos.
Durante una gira en Japón, Felipe Calderón lanzó una dura declaración contra las víctimas, a quienes calificó como “pandilleros” y justificó su muerte con ese tipo de actividad.
Las palabras de Felipe Calderón causaron indignación, pues muchos de los muertos eran estudiantes de bachillerato que no tenían ninguna relación con el crimen organizado ni “pandillas”, como él aseguró en el extranjero.
Familiares, compañeros de escuela y habitantes de Chihuahua exigieron que el presidente se disculpara de sus dichos. La Secretaría de Gobernación reconoció el error y en una conferencia de prensa, su titular, Fernando Gómez Mont, dijo a los medios:
“El secretario de Gobernación reconoce que debido a la falta de comunicación se dijo que las víctimas de Villas de Salvarcar eran integrantes de pandillas… en un encuentro franco e impactante (con las familias de las víctimas) precisé que el Presidente se encontraba en Japón y al ser cuestionado dijo que lamentaba el hecho y dio a conocer una de las hipótesis que se manejaron sobre el crimen múltiple, pero ahora, aclarada la situación, reconoce que las víctimas son inocentes y deportistas estudiosos”.
En los siguientes días, Felipe Calderón viajó a Villas de Salvárcar y ahí fue confrontado por padres de las víctimas, quienes una vez más le exigieron una disculpa por criminalizar a sus hijos:
“Discúlpeme, señor Presidente. Yo no le puedo decir bienvenido, porque para mí no lo es, nadie lo es. Porque aquí hay asesinatos hace dos años y nadie ni han querido hacer justicia. Juárez está de luto. Les dijeron pandilleros a mis hijos. Es mentira. Uno estaba en la prepa y el otro en la universidad, y no tenían tiempo para andar en la calle. Ellos estudiaban y trabajaban. Y lo que quiero es justicia. Le apuesto que si hubiera sido uno de sus hijos, usted se habría metido hasta debajo de las piedras y hubiera buscado al asesino, pero como no tengo los recursos, no lo puedo buscar”, dijo Luz María Dávila, madre de dos de las víctimas.
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