domingo, septiembre 24, 2023
  • Política y Seguridad
  • CDMX y EDOMEX
  • Opinión
  • Tendencias
  • Becas, Cursos & Apoyos
No Result
View All Result
  • Política y Seguridad
  • CDMX y EDOMEX
  • Opinión
  • Tendencias
  • Becas, Cursos & Apoyos
No Result
View All Result
DATANOTICIAS
No Result
View All Result

Los millonarios del hambre

Es difícil predecir con exactitud cuándo volverán a dispararse los precios de los alimentos, pero no cabe duda de que se producirán más sacudidas. Es probable que las consecuencias se agraven si unas pocas empresas siguen ostentando un poder desmesurado sobre los sistemas alimentarios mundiales.

Jennifer ClappPor Jennifer Clapp
agosto 9, 2023
enDestacado, Opinión
El aumento vertiginoso de los costes de importación de alimentos y fertilizantes es también una de las razones por las que muchos países de renta baja y media se enfrentan ahora a su peor crisis de deuda de los últimos 60 años. Foto: Pixabay.

El aumento vertiginoso de los costes de importación de alimentos y fertilizantes es también una de las razones por las que muchos países de renta baja y media se enfrentan ahora a su peor crisis de deuda de los últimos 60 años. Foto: Pixabay.

Comparte en FacebookComparte en TwitterEnvíalo por WhastappEnvíalo por correo

Autores: JENNIFER CLAPP y PHIL HOWARD

WATERLOO/EAST LANSING – La pandemia del COVID-19 y la guerra de Ucrania han disparado los precios de los productos básicos en los últimos años, socavando gravemente la seguridad alimentaria mundial. Ahora, los precios mundiales de los alimentos han bajado respecto a los máximos de hace un año, pero nadie debe confiarse: los problemas alimentarios del mundo distan mucho de haber terminado. El riesgo de una mayor volatilidad de los precios sigue siendo alto.

Con la anulación por el Presidente ruso Vladimir Putin de la Iniciativa del Mar Negro sobre los cereales y los ataques a las infraestructuras de exportación en Ucrania, los precios de los cereales han vuelto a subir. Pero los mercados alimentarios disfuncionales son el riesgo a largo plazo. El trigo sigue siendo más del doble de caro que antes de la pandemia. Además, la inflación de los precios de los alimentos sigue siendo superior al 5% en la mayoría de los países en desarrollo, y llega al 30% en Ruanda y Egipto. Es probable que se produzca otro repunte mundial de los precios de los alimentos.

El verdadero problema es que el creciente poder de mercado de las grandes empresas agroalimentarias está aumentando el riesgo de que las oscilaciones extremas de los precios de los alimentos se conviertan en la norma.

Pensemos en el sector de los fertilizantes. La triplicación de los precios de los fertilizantes en 2020-22 -que hizo subir los precios de los alimentos- se debió en parte al aumento de los costes del fertilizante nitrogenado, que reflejaba el aumento del precio del gas natural. Pero los nuevos datos de GRAIN/IATP muestran que las principales empresas subieron los precios de los fertilizantes mucho más de lo necesario para cubrir el aumento de los costes de producción, aumentando sus beneficios de explotación hasta el 36%, incluso cuando vendieron menos producto. Los ratios de beneficios resultantes fueron tres veces superiores a los de antes de que comenzara la guerra de Ucrania, y muy por encima de la media del 13% registrada por las empresas del S&P 500.

Los comerciantes mundiales de cereales también han sido capaces de traducir la escasez de suministros en beneficios récord. A mediados de 2022, la multinacional del grano Archer-Daniels-Midland (ADM) registró los mayores beneficios trimestrales de su historia. Su rival Cargill también obtuvo beneficios récord, con unos ingresos totales que se dispararon un 23%.

Esta especulación es posible gracias a la creciente concentración empresarial en los sectores de la alimentación y los fertilizantes. ADM y Cargill son dos de las cuatro empresas “ABCD” – junto con Bunge y Dreyfus – que controlan aproximadamente el 70-90% del mercado mundial de cereales. Sólo cuatro empresas controlan el 75% de la producción de fertilizantes nitrogenados en Estados Unidos y el 72% del mercado mundial de fertilizantes potásicos.

A lo largo de décadas de fusiones y adquisiciones, estas empresas han podido ampliar su influencia a lo largo de la cadena de suministro, amasando al mismo tiempo enormes cantidades de datos de mercado. Ahora, una propuesta de fusión de 34.000 millones de dólares entre Bunge y Viterra -la rama de cereales del gigante de las materias primas Glencore- supondría una mayor concentración del procesamiento y la distribución de soja y colza en todo el continente americano.

Las principales empresas agroalimentarias gozan de un enorme poder de gestión de la oferta y de fijación de precios, similar al de la OPEP en los mercados del petróleo. Y no temen utilizarlo: anteriores episodios de turbulencias en los mercados -en los años setenta y en 2008-11- también provocaron mayores beneficios en los sectores de los fertilizantes y el comercio de cereales. En un informe presentado en 2021 a los organismos reguladores estadounidenses, Nutrien, la mayor empresa de fertilizantes del mundo, admitió que sus “mayores precios de venta compensaron con creces los mayores costes de las materias primas y el menor volumen de ventas”.

Los agricultores, son en su mayoría incapaces de beneficiarse de la subida de los precios de los alimentos, en gran parte porque los costes de los insumos, aumentan incluso más rápido que los precios de los productos básicos. Foto: Pixabay.
Los agricultores, son en su mayoría incapaces de beneficiarse de la subida de los precios de los alimentos, en gran parte porque los costes de los insumos, aumentan incluso más rápido que los precios de los productos básicos. Foto: Pixabay.

Para los pobres del mundo, que gastan hasta el 60% de sus ingresos en alimentos, cada punto porcentual de inflación en el precio de los alimentos puede ser devastador. El aumento vertiginoso de los costes de importación de alimentos y fertilizantes es también una de las razones por las que muchos países de renta baja y media se enfrentan ahora a su peor crisis de deuda de los últimos 60 años.

Los agricultores, por su parte, son en su mayoría incapaces de beneficiarse de la subida de los precios de los alimentos, en gran parte porque los costes de los insumos -suministrados en gran medida por grandes empresas con un enorme poder de mercado- aumentan incluso más rápido que los precios de los productos básicos. Con la caída en picado de los precios a pie de explotación y el aumento de la deuda (debido a las subidas de los tipos de interés), muchos agricultores luchan por mantenerse a flote

Las acciones de Rusia en Ucrania han provocado una nueva subida de los futuros del trigo, lo que pone de manifiesto que los precios de los alimentos pueden dispararse sin previo aviso. No cabe duda de que habrá más crisis. Es probable que las consecuencias se agraven si unas pocas empresas siguen teniendo un poder tan desmesurado sobre los sistemas alimentarios del mundo. Por eso los gobiernos deben actuar para cambiar los incentivos antes de que llegue la próxima crisis.

Se han hecho llamamientos enérgicos para gravar los beneficios extraordinarios de la agroindustria y reinvertir los fondos en sistemas alimentarios resistentes al cambio climático. También es necesario que los gobiernos vigilen los precios abusivos de los fertilizantes, como han pedido los grupos de agricultores, y que se apliquen políticas de competencia más estrictas para frenar las fusiones y adquisiciones excesivas. Los gobiernos deben plantearse hacer lo que durante décadas han sido reacios a hacer: intervenir para acabar con los monopolios.

La fusión Bunge-Viterra ofrece una oportunidad ideal para evaluar qué tipo de consolidación es realmente de interés público y enviar un mensaje claro: ya no se tolerará que se saque provecho de las crisis alimentarias.

Publicación original en:https://www.project-syndicate.org/commentary/agribusiness-market-concentration-food-insecurity-profiteering-by-jennifer-clapp-and-phil-howard-2023-08

Lee también:

Alcanzar el hambre cero aún es posible

Una agenda de bienestar para los estudiantes pobres

Tags: agricultoresalimentoscerealesconflicto Rusia-Ucraniacrisis alimentariasfertilizantespobreza
Jennifer Clapp

Jennifer Clapp

Jennifer Clapp, experta del grupo IPES-Food, es Vicepresidenta del Grupo de Alto Nivel de Expertos en Seguridad Alimentaria y Nutrición de las Naciones Unidas y profesora de la Universidad de Waterloo.

INFORMACIÓN AL MOMENTO

ÚLTIMAS NOTAS

Omar García Harfuch y Genaro Garcia Luna

Omar García Harfuch y Genaro García Luna, ¿cuál fue su relación?

septiembre 24, 2023
Cuando faltan poco más de dos meses para que funcionarios de todo el mundo se reúnan para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en los Emiratos Árabes Unidos, hay pocas razones para creer que los gobiernos estén preparados para priorizar las preocupaciones climáticas sobre las prioridades económicas de corto plazo. Foto: Pixabay.

El desorden del nuevo mundo

septiembre 24, 2023
Patricia Armendáriz

¿Quién es Patricia Armendáriz? Fortuna, empresas, patrimonio

septiembre 24, 2023
América Latina no está condenada a caer en el estancamiento y el deterioro político. Foto: Pixabay.

El enigma del crecimiento en América Latina

septiembre 23, 2023
Mejoramiento de vivienda bienestar 2023

Mejoramiento de vivienda bienestar 2023: requisitos y registro al programa CONAVI

septiembre 22, 2023

Derechos Reservados. Datanoticias, 2023

  • Quiénes somos
  • Política de Privacidad
  • Ventas

Derechos Reservados. Datanoticias, 2023

No Result
View All Result
  • Política y Seguridad
  • CDMX y EDOMEX
  • Opinión
  • Tendencias
  • Becas, Cursos & Apoyos

Derechos Reservados. Datanoticias, 2023